De muy poco le ha valido Alan Wilzig, el empresario que inspiró a uno de los personajes de la película ‘El Lobo de Wall Street’, tener la fama que tiene a la hora de poder vender su hermosa y suntuosa residencia en Nueva York.
Según un reporte de Business Insider, el también connotado filántropo lleva tiempo sin encontrar un comprador para su ‘casita’ enclavada en el barrio de Tribeca, en el sur de Manhattan.