+FOTOS | Con apenas 13 años ya construyó su «mini casa»
Agencias
Todo comenzó una mañana de primavera cuando Luke estaba viendo unos videos en Youtube y de pronto le saltó un video sobre construcciones en miniatura. El chico tenía un especial interés en todo lo relacionado con la construcción y la arquitectura y se le encendió la bombilla. Decidió que iba a construir su propia mini casita de 3 metro cuadrados en el jardín de la casa de sus padres.
Mientras otros chicos de su edad solo pensaban en videojuegos o estar en la calle con su balón, Luke era muy diferente. Él tenía objetivos, aspiraciones y hobbies como los que pudiera tener un adulto, y es que era un chico muy maduro para su edad, además de inteligente. Siempre estaba buscando nuevos retos para superarse a sí mismo y la mini casa era el siguiente. Hay que decir que todo lo que se proponía, lo conseguía sin problema.
Luke tenía todo planeado en su diminuta mente para llevar a cabo su plan. Ya había hecho una lista con los materiales que iba a necesitar y el precio que costaría el total de ellos. Había comprobado que había dinero suficiente en su cuenta e incluso le sobraba por si había algún problema y necesitaría comprar alguno más. Incluso tenía ya hechos los planos de la mini casita. Solo le faltaba un pequeño detalle, el permiso de obra. Permiso que tendría que pedir a sus padres.
También su padre le dijo que no le ayudaría en absolutamente nada, que tendría que buscarse la vida si algo iba mal y tendría que ajustarse a su presupuesto y al dinero que tuviera, que tendría que buscar él solo los materiales y hacer él los planos. Lo que Greg no sabía es que su hijo tenía ya todo eso hecho con anterioridad, y es que el niño era todo un prodigio. Cuando Luke le enseñó los planos, su padre alucinó.
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Greg era un padre ejemplar y le había enseñado todo a su hijo con amor y determinación. Aunque le impusiera esa serie de normas que pueden parecer bastante duras para un chico de 13 años, lo único que quería Greg era enseñar más cosas a su hijo para cuando fuera adulto y a Luke le encantaba cumplir las normas y superarse a sí mismo. Obviamente su padre estaría ahí su tuviera algún problema en la construcción pero Luke no debía saberlo de antemano.
Luke se las había ingeniado bien para trabajar en lo que sea aunque no tuviera edad para ello. Siempre había querido ganar su propio sueldo para gastárselo en sus proyectos y tener sus propios ahorros. Había hecho trabajos como ayudar a las ancianas a hacer la compra, cortar el césped a los vecinos o quitarles la nieve de las puertas en invierno. Con el dinero que iba ganando fue creando sus ahorros.
Incluso Luke había tenido la genial idea de usar materiales reciclados, así no gastaría tanto dinero, contribuiría con el medio ambiente y añadiría un valor sentimental a la casa puesto que usaría materiales de cedidos por sus familiares de sus propias casa. Por ejemplo su abuela recientemente tuvo que cambiar las puertas, pues Luke se las pidió para ponerlas en su casa.
Luke era un niño muy conocido en el barrio y en cuanto sus vecinos se enteraron del Proyecto que estaba llevando a cabo, muchos de ellos quisieron colaborar con él, era muy querido por todos y le tenían un cariño especial. Así un vecino le dio unas ventanas que tenía en su trastero, otra vecina unas bombillas y otros más cosas que tenían guardadas sin uso y a que Luke le podrían venir bien.
Todo estaba listo para comenzar a edificar su mini casita. Tenía todos los materiales necesarios, algunos comprados, algunos reciclados, en total no se había gastado más de 1000 euros e iba a tener una casa para él solo. Sin duda sería la casa más barata de la historia. La ilusión y las ganas de acabar hacían que Luke trabajase sin descanso, estaba deseando ver su obra acabada.
Una vez que Luke terminó su obra, la casa se veía espectacular por fuera y por dentro. No le falta ningún detalle, tiene una mini cocina, una mini habitación donde dormir con cama plegable, un baño completo y un salón con sillón, mesa plegable y televisión. Todo decorado con el máximo estilo y aprovechando cada centímetro cuadrado. Es increíble cómo este niño ha logrado hacer un hogar desde cero con sus propias manos.
Fuente: restwow.com