+FOTOS | 59 detenidos en París en el inicio de protestas de «chalecos amarillos»
EFE
Cincuenta y nueve personas fueron detenidas este sábado en París para impedir incidentes violentos en las manifestaciones de los «chalecos amarillos», que en sus primeras horas reunieron a unas 1.000 personas en la capital francesa, lo que supone una movilización mas débil respecto a la semana pasada, informa la Prefectura de Policía.
Hace una semana a esa misma hora, hacia las 11.00 (10.00 GMT), las fuerzas del orden habían arrestado a unas 500 personas por formar parte de grupos susceptibles de protagonizar actos violentos o por estar en posesión de objetos que podían utilizarse para ello.
Este es el quinto sábado consecutivo de manifestaciones. La del pasado convocó a unas 125.000 personas en todo el país y a 10.000 en la capital.
Este sábado, según indicaron fuentes policiales a la cadena «BFM TV», las cerca de 1.000 personas calculadas en París representa una movilización más débil que hace siete días.
Los «chalecos amarillos» mantuvieron esta nueva jornada pese a las medidas anunciadas el pasado lunes por el presidente, Emmanuel Macron, en favor del poder adquisitivo.
Como en las últimas semanas, los Campos Elíseos son el epicentro de la convocatoria parisina, en medio de un amplio dispositivo de seguridad que incluye registros a quienes quieren acceder a esa avenida.
Todas las líneas de metro en los aledaños han sido cortadas y las líneas de autobuses desviadas.
Al igual que la semana pasada, diversos monumentos, museos y comercios parisinos cerrarán sus puertas como medida de seguridad, como el Arco del Triunfo, el Panteón, la Santa Capilla, el Petit Palais o el Museo de Arte Moderno.
En cambio, esta vez sí abrirán otras como la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, la Ópera de Bastilla y la de Garnier, el Museo del Hombre o los grandes almacenes Printemps, Lafayette o BHV.
El prefecto de policía de París, Michel Delpuech, explicó ayer que el dispositivo de seguridad será «parecido al de la semana pasada», cuando hubo 8.000 agentes apoyados por camiones con mangueras de agua a presión e incluso de blindados de la Gendarmería para desmontar barricadas.