+FOTO| Piloto chino casi es succionado tras la rotura de una ventana de la cabina
El Mundo
En un principio, el vuelo 3U8633 de Sichuan Airlines que despegó de la ciudad de Chongqing con rumbo a la capital de Tíbet, Lhasa, era uno más de los cientos que cada día surcan los cielos de China. Pero a mitad de camino, cuando todo iba según lo previsto y la tripulación se disponía a servir el desayuno a sus 119 pasajeros, la cabina fue testigo de un incidente que a punto estuvo de cambiar la suerte de todos los que se hallaban a bordo.
«No hubo ninguna señal de advertencia. De repente, el parabrisas se rajó e hizo un ruido muy fuerte. Cuando me giré, vi que mi copiloto había sido succionado por la despresurización y que tenía medio cuerpo fuera», narró ya en tierra el piloto Liu Chuanjian al Chengdu Economic Daily. «Le salvó el cinturón de seguridad», añadió. Afortunadamente, el piloto pudo echarle una mano a su colega para ayudarle a que regresara a su asiento y, tras comprobar que tan solo presentaba algunos cortes en el rostro, se hizo cargo de la aeronave, quIen en esos momentos volaba a unos a unos 10.000 metros de altura. «Todo en la cabina estaba flotando en el aire. La mayor parte del equipamiento había dejado de funcionar y no podía escuchar la radio.El avión temblaba con tanta fuerza que no podía leer los indicadores», narró el hábil piloto, que en esos momentos puso rumbo a la ciudad de Chengdu, a unos 150 kilómetros.
This is how cockpit looks after the emergency landing.#3U8633 pic.twitter.com/9tMsdOZB0q
— ChinaAviationReview (@ChinaAvReview) May 14, 2018
Activado el dispositivo de emergencia, Liu hizo descender la aeronave unos 3.000 metros en tan solo unos minutos para evitar que tanto el oxígeno como la temperatura cayeran a mínimos peligrosos para todos los que se encontraban en el interior del aparato.
Mientras tanto, los pasajeros también pasaban un mal trago. «No sabíamos lo que estaba pasando y nos entró el pánico. Las máscaras de oxígeno cayeron… Experimentamos unos segundos de caída libre antes de que se estabilizara de nuevo», contó uno de ellos al Servicio de Noticias de China.
A las 07:46 horas (23:46 GMT del domingo), 20 minutos después del accidente, el Airbus A319 aterrizaba sin mayores problemas y sin registrar heridos de consideración más allá de los cortes sufridos por el copiloto y una pequeña lesión de cintura padecida por una azafata a consecuencia de una caída. Los 119 pasajeros salieron ilesos de la aeronave, e incluso medio centenar de ellos tuvo la templanza suficiente como para proseguir con su viaje tan solo transcurridas unas horas.
Nada más conocerse lo sucedido, arreciaron en las redes sociales los elogios hacia el piloto y su pericia, convirtiéndose así en el héroe del día en China. «¡Dadle un aumento!», demandaba un usuario del sitio de microblog chino Weibo, donde la etiqueta #ChinaHeroPilot registró 160 millones de visitas y 17.8 millones de comentarios, según la cadena BBC. «Se merece unas vacaciones pagadas», añadió otro.
Pero mientras se sucedían las muestras de admiración hacia el comandante, muchos otros se cuestionaban cómo era posible que una ventana del aparato se hubiese roto en mitad del vuelo, ante lo que exigieron mayores controles de seguridad. No en vano, aunque algunos expertos aseguran que la fractura de los cristales parabrisas de la cabina son incidentes relativamente comunes que pueden ser causados por rayos o los llamados «golpes de pájaros» (aves que se estrellan contra el avión durante el vuelo), consideran que la pérdida de una ventana completa como sucedió en este caso es algo bastante raro.
Este suceso en China tuvo lugar tan solo un mes después de que una mujer muriera en Estados Unidos tras ser succionada parcialmente por la ventana de un avión de Southwest Airlines cuyo motor explotó en el aire.