+FOTO| Medusas invaden las playas del litoral de Málaga, en España
ABC
El primer fin de semana de playa auténticamente veraniego se está viendo empañado por una enorme plaga de medusas que ha invadido especialmente el litoral oriental malagueño, desde Nerja hasta la barriada de El Palo. Se trata de cientos de miles de ejemplares de la especie Pelagia Noctiluca, la más habitual en estas fechas en las aguas del Mar de Alborán. Sin embargo, las concentraciones que se alcanzaron este sábado en numerosos puntos del litoral de la Axarquía hacía muchos años que no se producían.
Así lo destacó el biólogo del Aula del Mar Jesús Bellido, coordinador de la aplicación Infomedusa, impulsada por la Diputación Provincial en 2013 con el objetivo de mantener informados a los bañistas en tiempo real de la situación de las playas del litoral malagueño. La plaga obligó a los ayuntamientos de los cinco municipios axárquicos (Nerja, Torrox, Algarrobo, Vélez-Málaga y Rincón de la Victoria) a izar las banderas amarillas de peligro.
Además, los servicios de limpieza de playas se tuvieron que emplear a fondo para retirar los miles de invertebrados de la orilla, conjuntamente con los barcos ‘quitanatas’ de la empresa concesionaria, Servimar. Los bañistas que este sábado abarrotaban el litoral oriental no pudieron disfrutar del agua. Para los menores fue una jornada de diversión, pues no dejaron de coger medusas con todo tipo de artilugios playeros.
¿A qué responde este episodio? «Son muchos los factores y aún no tenemos una única explicación», aseguró Jesús Bellido, quien destacó que se han dado las condiciones climatológicas «óptimas» para que se produzca esta plaga de medusas a las puertas de la temporada alta veraniega.
Por un lado, las abundantes lluvias del invierno y parte de la primavera, unido a vientos fuertes, cambiantes de poniente y levante, durante muchos días consecutivos, «han atraído los enjambres desde alta mar hasta la orilla», detalló. No obstante, apuntó que no se puede asegurar que ahora haya más medusas que hace años. La pérdida de depredadores naturales, como la tortuga marina, también está contribuyendo a la proliferación de este fenómeno. La picadura de estas medusas es muy molesta, pero no mortal. Se aconseja lavar con agua salada.