FMI: Inquietud política y social puede frenar inversión privada en Perú
EFE
La inversión privada en Perú para 2022 podría verse empañada por la incertidumbre política y la conflictividad social que azotan el país andino, alertó este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un comunicado.
La organización financiera internacional sostuvo que las perspectivas económicas para Perú «están rodeadas de gran incertidumbre y los riesgos se inclinan a la baja», por lo que se prevé que el crecimiento económico del país se desacelere a 3 % este año, el mismo porcentaje que pronosticó el pasado 8 de marzo.
«Nuevos brotes de covid podrían conducir al restablecimiento de medidas de contención, en tanto que la incertidumbre política y los trastornos sociales podrían empañar la inversión privada», advirtió el organismo en la nota.
En ese sentido, insistió en que podría haber «sorpresas positivas» si hay «una moderación de la incertidumbre política», elevada por la escalada de tensión entre el Congreso y el Gobierno del presidente Pedro Castillo, quien, en nueve meses de gestión, acumula cuatro gabinetes distintos y superó dos intentos fallidos de la oposición parlamentaria para destituirlo.
No obstante, el FMI destacó «la gran solidez de los marcos de política y los amortiguadores macroeconómicos de Perú», lo que se complementa «por un acuerdo en el marco de la línea de crédito flexible que llega a su fin el 27 de mayo».
Todo ello contribuirá «a proteger a la economía de los riesgos a la baja», siempre según el FMI.
«La solidez de las cuentas externa y fiscal, la idoneidad de la cobertura de las reservas, el acceso a los mercados internacionales de capital, el bajo nivel de la deuda pública y la resiliencia del sector financiero le ofrecen a Perú amplios márgenes de protección frente a ‘shocks’ adversos», apostilló el fondo.
El FMI agregó que las presiones inflacionarias, que alcanzaron los niveles más altos del último cuarto de siglo, podrían resultar «más persistentes» aún y requerir «un endurecimiento más rápido de la política monetaria».
En el plano externo, el organismo destacó los riesgos derivados de las tensiones geopolíticas actuales, el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, la persistencia de los trastornos en las cadenas de abastecimiento internacionales y la desaceleración «abrupta» del crecimiento en China, el principal socio comercial de Perú.
«CONTUNDENTE» RESPUESTA A LA PANDEMIA
Por otro lado, el FMI felicitó a las autoridades peruanas por su «contundente política de respuesta macroeconómica» con la aplicación de políticas que ayudaron a mitigar el impacto de la pandemia y «respaldar una vigorosa recuperación económica».
En esa línea, subrayó que la actividad económica peruana se «recuperó con fuerza» de la desaceleración sufrida en 2020, cuando se encogió un 11,12 %, un resultado con el que el país interrumpió 22 años consecutivos de crecimiento y registró la peor caída en las últimas tres décadas.
«Las contundentes políticas de respuesta desplegadas en 2020 contribuyeron a mitigar el impacto de la pandemia y sentaron las condiciones para un rápida recuperación», aseveró la organización, que recordó que el país andino cerró 2021 con un avance del 13,3 % de su producto interno bruto (PIB).
Puntualizó que este crecimiento, que superó el nivel previo a la pandemia pero se mantuvo por debajo de la tendencia que venía registrando, vino respaldado por una «vigorosa demanda externa, términos de intercambio favorables y una demanda interna reprimida».
Sin embargo, recordó que la participación en la fuerza laboral y el empleo total aún no se han recuperado del todo y que la pobreza se disparó en 2020, cuando alcanzó al 30 % de la población del país.
Sobre la política fiscal, los directores convinieron que debería «mantenerse neutral a corto plazo», pero avanzaron que «será necesaria una consolidación gradual, que abarque la movilización de ingresos y la racionalización del gasto, incluida la reforma de pensiones».
Asimismo, indicaron que «es importante subsanar las deficiencias en el marco regulatorio y de supervisión» del sistema financiero, así como abordar la informalidad, «sobre todo en las mujeres», que en términos generales abarca al 75 % de la población económicamente activa (PEA) del país.
Finalmente, el FMI afirmó que la agenda renovada de reformas estructurales en el contexto del proceso de adhesión de Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) «será fundamental para mitigar las secuelas de la pandemia y respaldar una recuperación verde e inclusiva».