Florida contabiliza 30.533 contagios de COVID-19 y más de 1.000 muertes
EFE
Florida superó este viernes dos barreras psicológicas en la pandemia del COVID-19 con la subida de los casos y muertes a 30.533 y 1.046, respectivamente, mientras el gobernador Ron DeSantis anunció que no tiene decidida una fecha para «reabrir» el estado.
El grupo de trabajo al que le encargó elaborar unas recomendaciones a corto plazo con vistas a la reactivación de la economía de Florida concluyó este viernes su tarea y DeSantis dijo que este fin de semana va a estudiarlas.
El gobernador aseguró en rueda de prensa que su intención es abrir el estado «con método y seguridad».
Es la primera vez que los casos sobrepasan los 30.000 y las muertes el millar desde que se confirmó el primer caso del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en Florida el 1 de marzo.
Después de un día negro tanto en lo que se refiere al aspecto sanitario de la pandemia como en el económico, pues en 24 horas se confirmaron más de 1.000 nuevos casos y más de 500.000 solicitudes más de ayuda por desempleo, el debate sigue centrado en si es hora de relajar la cuarentena para volver paulatinamente a la normalidad.
La semana próxima, concretamente el 30 de abril, terminan teóricamente las medidas adoptadas a nivel estatal, que incluye el cierre de los negocios que no sean considerados esenciales, entre los cuales están los de venta de alimentos, las farmacias, los bancos, las gasolineras y poco más.
Entre tanto, en estos últimos días se ha acelerado el ritmo de aumento de las pruebas de COVID-19 con el fin de conocer mejor el impacto real de la enfermedad en el llamado «estado del sol».
Según el Departamento de Salud estatal, hasta el día de hoy se han efectuado 320.984 pruebas y un 9,5 % han dado positivo.
En Miami-Dade, el condado floridano más afectado por el coronavirus, con 10.926 casos y 287 muertes, la vuelta a la «normalidad» se está haciendo callada y escalonadamente.
RELAJAR RESTRICCIONES «CON RESPONSABILIDAD»
La comisionada (concejal) de Miami-Dade Sally Heyman declaró este viernes en un evento de entrega gratuita de comida que algunos parques públicos del condado abrirán sus puertas la semana que viene, cumpliendo con las pautas de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. para prevenir el contagio.
«Es hora de que empecemos a relajar algunas de las restricciones, pero con responsabilidad», dijo Heyman.
Algunas ciudades del norte de Florida, donde el impacto del COVID-19 es inferior al del sur del estado, comenzaron ya la semana pasada a abrir las playas, aunque no para el baño y con la obligatoriedad de mantener los seis pies (1,83 metros) de distancia entre las personas.
Para este lunes está previsto que se sumen a la apertura en esas condiciones otras playas, como las de Sarasota, en la costa oeste.
En el condado Monroe, al que pertenecen los Cayos de la Florida, ha habido 77 casos y tres muertes desde que el COVID-19 llegó en marzo pasado.
En Broward y Palm Beach, los otros dos condados del sureste de Florida, los casos llegaron a 4.591, de los cuales 162 mortales, y 2.600, de los cuales 155 fatales.
Más de medio millón de floridanos (505.000) solicitaron ayudas por desempleo la pasada semana, con lo que son más de 1,1 millones los que lo han hecho en las últimas cinco semanas, según cifras del Departamento de Trabajo de EE.UU. divulgadas este jueves.