Fiscalía israelí aprueba uso tecnología del Shin Bet para espiar a infectados
EFE
El fiscal general del Estado dio luz verde a la utilización de tecnología de las agencias de espionaje para rastrear a personas contagiadas por el coronavirus en Israel, una propuesta del gobierno en funciones de Benjamín Netanyahu que abre un debate sobre el derecho a la privacidad.
Para ponerse en marcha falta aún la aprobación por parte de un comité parlamentario, pero la medida cuenta ya con el aval de los servicios de seguridad.
«Tras recibir peticiones del primer ministro y del Ministerio de Sanidad, todas las autoridades pertinentes están estudiando la posibilidad de utilizar capacidades tecnológicas del Servicio General de Seguridad en el marco del esfuerzo nacional para impedir la expansión de la epidemia de coronavirus», declaró a los medios locales un portavoz del Shin Bet (servicio de Inteligencia interior).
El fiscal general, Avijai Mandelblit, aprobó hoy el uso de estos métodos por parte de la Policía y bajo la supervisión del Ministerio de Justicia, que permitiría rastrear los teléfonos móviles para vigilar los movimientos de los infectados, pero matizó que la medida tendría limitaciones en su duración y en el uso que se de la información que se recolecte.
Anoche, junto al anuncio de nuevas restricciones de movimiento para todo el país, que tiene solo 200 casos de infectados y ninguna muerte registrada por el virus, Netanyahu anunció que había pedido a Justicia la aprobación de estas medidas.
Reconoció que «no son medidas menores. Suponen un cierto grado de violación de la privacidad de estas personas, de las que comprobaremos con quién han estado en contacto cuando estaba enfermas y qué hicieron antes de eso. Es una herramienta efectiva para localizar al virus» y aislarlo, en vez de «aislar a todo el país».
La Autoridad de Protección de la Privacidad del país se ha opuesto a su aprobación, al considerarlo una medida extrema, y el líder del partido pacifista Meretz, Nitzan Horowitz, exigió su anulación.
«Seguir, apuntar y vigilar a los ciudadanos con la ayuda de bases de datos y tecnología sofisticada pueden resultar en una grave violación de la privacidad y las libertades civiles básicas», por lo que «está prohibido en países democráticos», denunció.
Israel ha tomado las últimas semanas contundentes medidas para impedir la propagación del coronavirus, que durante la jornada de hoy registró un pico con cincuenta casos nuevos diagnosticados en un país de alrededor de 9 millones de personas.