Felipe VI y Guterres piden reformas a la UE ante los desencantados
EFE
El rey de España, Felipe VI, y el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, defendieron este jueves en Aquisgrán que la Unión Europea impulse reformas que, ante los ciudadanos desencantados con este proyecto, den respuestas a problemas reales y afronten nuevos retos globales.
El ayuntamiento de esta ciudad alemana acogió la ceremonia de entrega del Premio Carlomagno, que en su 37 edición fue concedido a Guterres y en la que el rey fue el encargado de pronunciar el discurso de «laudatio» del homenajeado.
Testigos directos del acto fueron, entre otros, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker; el primer ministro portugués, Antonio Costa; su homólogo de Malta, Joseph Muscat; la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, y el presidente del Banco Europeo de Inversiones, Werner Hoyer.
Tras una misa en la catedral de Aquisgrán, todos ellos se dirigieron hasta la Sala de la Coronación del ayuntamiento para la entrega del premio en una ceremonia presentada por el alcalde, Marcel Phillipp.
Fue a continuación cuando el rey, que estuvo acompañado por el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró que «el sueño europeo» que comenzó en Aquisgrán hace siglos sigue vivo y no termina en las fronteras de la UE porque sus ideales son compartidos por millones de personas en todo el mundo.
De ahí que, sin citar expresamente el «brexit» o algunos populismos, lamentase que en la actualidad haya quienes deseen abandonar ese proyecto europeo alegando que así estarán más abiertos a un nuevo mundo y dejarán atrás supuestas restricciones de la vieja Europa.
A su juicio, eso es un error ya que cree que se equivocan tanto de siglo como de proyecto porque eso lleva a un mundo del pasado, de confrontación entre grandes potencias y bloques económicos.
Pero a la vez instó a no rechazar con desdén a los que renuncian a un proyecto supranacional europeo por miedo al presente y a un futuro incierto tras la reciente crisis económica.
«No debemos ignorar a aquellos que se sienten de esta manera, pero tampoco debemos pensar que no podemos traerles de vuelta a la causa europea», añadió.
Por ello defendió que las instituciones europeas de las que se sienten excluidos esos ciudadanos respondan a sus preocupaciones y ayuden a satisfacer sus aspiraciones.
«Debemos reformar esas instituciones para hacerlas más efectivas y aplicando las lecciones aprendidas de la reciente crisis», recalcó el rey, quien consideró que hay propuestas razonables para hacerlo y que el impulso para llevarlas a cabo debe venir de los nuevos líderes que se designen para esas instituciones.
El rey expresó su orgullo por el hecho de que Guterres sea el primer portugués que se suma a la lista de personas con el Premio Carlomagno, entre los que se encuentra el padre de Felipe VI, el rey Juan Carlos.
Guterres, tras recibir el premio, hizo una cerrada defensa de la UE, un proyecto en el que consideró que la unidad es «más necesaria que nunca» frente a los peligros de regresión en materia de derechos humanos y multilateralismo.
«Como secretario general de la ONU estaría ciego si no percibiera los retrocesos que se están produciendo», afirmó antes de recalcar que Europa debe dar respuesta a las amenazas globales y desafíos que suponen las migraciones, el cambio climático y la digitalización.
Tras la ceremonia, el rey, Guterres y el resto de autoridades salieron al balcón del ayuntamiento y fueron ovacionados por los ciudadanos que se encontraban en la calle en esta jornada festiva en Alemania.