Felipe VI da un «empujón» a la inversión de empresas españolas en Suecia
EFE
Los reyes de España completaron hoy su histórica visita de Estado a Suecia con el compromiso por parte de ambos Gobiernos de favorecer las inversiones de empresas de los dos países y de crear sinergias en materia de innovación, digitalización y transición energética a partir de los fondos de reconstrucción e la UE.
«Que el rey esté aquí es fundamental. La participación de la Corona en un país como Suecia donde hay otra monarquía es un empujón importantísimo», resumió la visita real el presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, ante la aspiración de incrementar la presencia en el país escandinavo por las oportunidades que ofrece en sectores como las infraestructuras y las energías renovables.
La última jornada del viaje en Estocolmo incluyó la participación de Felipe VI, junto al monarca sueco Carlos Gustavo, en un foro empresarial dirigido a identificar áreas inversión y de colaboración entre compañías de ambos países.
El rey de España subrayó que Suecia y España son países «fiables» y «dos buenos ejemplos de economías abiertas», con «un firme compromiso con el libre comercio basado en reglas claras».
En su opinión, frente a las medidas proteccionistas aplicadas por otros países en los peores momentos de la pandemia, España y Suecia se mantuvieron firmes en la necesidad de no imponer barreras.
El rey puso el acento en la importancia de la innovación como vía para aumentar la competitividad y hacer a las empresas «más fuertes, flexibles y resilientes», además de crear mejores empleos.
Para Felipe VI, «no hay progreso sin innovación», por lo que animó a las empresas a apostar por esta vía como se ha hecho en Suecia desde hace años.
«El compromiso con la innovación debe ser la seña de identidad de nuestras economías, empresas y profesionales. Además, debe convertirse en nuestra mejor carta de presentación ante el exterior», sostuvo el jefe del Estado.
En el foro, participaron el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la de Comercio Exterior de Suecia, Anna Hallberg, quien constató que los dos países tienen rasgos comunes en su apuesta por la sostenibilidad y la tecnología, por lo que la colaboración entre empresas puede ser positiva.
«Innovemos de manera conjunta y exploremos nuevas oportunidades comerciales. Podemos liderar la revolución verde. Nuestros países están muy bien situados en cuanto a sostenibilidad», enfatizó Hallberg.
En su balance del viaje de los reyes, Albares convino en que «hay muchos puntos de afinidad» entre España y Suecia por su coincidencia en asuntos como el libre comercio, la lucha contra el cambio climático o la agenda digital.
Suecia y España, ambos con gobiernos socialdemócratas, asumirán de forma seguida la presidencia rotatoria semestral de la UE en 2023, por lo que el ministro de Exteriores abogó por entablar un eje para abordar los principales retos de manera coordinada.
«Hemos constatado la cercanía en la agenda fundamental para los próximos años de la UE», remarcó Albares, quien incidió además en que Europa «vive un momento socialdemócrata» apuntalado -añadió- con el que va a ser nuevo canciller alemán, Olaf Scholz.
Albares valoró que las «excelentes» relaciones entre España y Suecia se vean reforzadas por la «cercanía» de las dos familias reales.
Como en la primera jornada de la visita de Estado, coronada con la cena de gala en el Palacio Real, los reyes suecos, la princesa heredera Victoria, su hermano Carlos Felipe y sus respectivas parejas, Daniel y Sofia, arroparon a don Felipe y doña Letizia.
Primero lo hicieron en un almuerzo, regado con vino español, organizado por el Ayuntamiento de Estocolmo en el Salón Dorado, donde le entregaron la Llave de Oro de la ciudad.
El broche fue la recepción que los reyes de España ofrecieron a sus anfitriones en la residencia de la Embajada de España en Estocolmo antes de regresar a Madrid.
Carlos XVI Gustavo acompañó además a Felipe VI al Real Instituto de Tecnología KTH, la principal universidad pública de investigación del país, y a la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingeniería.
En paralelo, las dos reinas se desplazaron a la Biblioteca Bernardotte del Palacio Real para asistir a un seminario sobre lengua, literatura y traducción enfocado a fomentar el intercambio cultural entre los dos países en el que la consorte sueca leyó un fragmento del «Cantar del Mío Cid», la primera gran obra de la literatura escrita en castellano. EFE