Familiares esperaron 18 días para retirar cuerpo de la morgue por falta de dinero
800 Noticias/Agencias
A Junior José Rocchis Velásquez lo asesinaron el 26 de diciembre de 2021, en la parte baja del sector La Alcabala del barrio San Guillermo, en Petare, municipio Sucre del estado Miranda. Había ido a una fiesta callejera. Su cadáver lo encontraron al lado de un contenedor de basura, con cinco impactos de bala y múltiples heridas por arma blanca en la cabeza.
Una vecina llegó a la parte alta de La Alcabala y tocó la puerta de la casa de Junior. Llevaba la mala noticia. “¿Estás segura?”, le respondió su hermana. La mujer se acercó entre el tumulto de personas que observaban el cuerpo y lo reconoció. Sí era él.
Desde el 26 de diciembre los familiares de Junior se movilizaron para encontrar el dinero y cubrir los gastos fúnebres. Sin embargo, han pasado casi tres semanas y ya no podrán velarlo, el cuerpo lo sacarán directo de la medicatura forense al Cementerio General del Sur.
A través de la Alcaldía del Municipio Sucre encontraron una donación que demoró tanto tiempo por las vacaciones decembrinas y porque al inicio a los parientes de Junior le faltaban varios documentos. Solo el traslado de la morgue al cementerio son 260 dólares.
Según la Encuesta de Victimización, publicada en el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), al menos 24,6 % de personas tienen a un familiar que ha sido víctima de un delito.
La mañana del jueves 13 de enero, justo antes de que hicieran el traslado del cuerpo al campo santo, los familiares se enteraron de que solo habían aprobado la mitad y tendrían que seguir a la espera.
La noche del 26 de diciembre Junior no avisó dónde estaría. A su familia le pareció raro porque siempre avisaba si iba a una fiesta. A las 7:30 p. m. salió de casa de su mamá y pasadas las 10:00 p. m. comenzaron a preguntarse dónde estaría.
Los parientes de la víctima no saben qué pasó ni por qué tanto ensañamiento. Según testigos, otro hombre también fue herido de bala en ambas rodillas y apuñalado en la cabeza. La familia desconoce la identidad de esta persona, quien presuntamente una vez baleado fue obligado a cargar el cuerpo de Junior hasta el contenedor.
“Esto nos tomó por sorpresa, aún no podemos creer lo que pasó. Era un muchacho rumbero, como muchos, pero no sabemos por qué lo mataron de esa forma, por qué el ensañamiento”, dijo un allegado a la familia, quien por motivos de seguridad prefirió no revelar su nombre.
Junior trabajaba como técnico de celulares y cocinas, según sus parientes. Dejó huérfanos a cuatro hijos, tres de ellos menores de edad. Uno de los hijos de la víctima, de 16 años de edad, tuvo que levantar el cuerpo, con ayuda de su tío, y montarlo en la furgoneta.
Según el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) el estado Miranda es la segunda entidad más violenta del país, con una tasa de 64,1 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Con información de RunRunes