Familiares de rehenes llaman al alto al fuego en Gaza
EFE | Foto: Referencial
A 300 días del ataque de Hamás contra Israel que desató la guerra, las familias de las más de 250 personas que fueron secuestradas por el grupo islamista instaron al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a firmar un acuerdo de alto el fuego que permita el rescate de los 111 rehenes que continúan cautivos en la Franja de Gaza.
«La magnitud de 300 días es asombrosa», denunció en un comunicado el Foro de las Familias de Rehenes y Secuestrados, el movimiento surgido para defender los derechos de quienes continúan retenidos por Hamás.
El grupo teme por el estado de salud de los rehenes, teniendo en cuenta el que presentaron aquellos que fueron liberados durante la tregua de noviembre, después de 50 días en Gaza.
«Los que quedan han soportado seis veces esa duración infernal», lamentó el Foro.
Según el Ejército israelí, al menos 39 de los 111 rehenes que quedan en Gaza están muertos.
Además, los familiares recordaron que entre los rehenes hay en estos momentos dos menores: Kfir Bibas, quien fue secuestrado cuando tenía sólo nueve meses -ha pasado más tiempo de su vida dentro de la Franja que fuera-, y su hermano Ariel Bibas, que cumplirá 5 años el próximo lunes.
Al inicio del jueves y como apertura de un día de protestas, un grupo de manifestantes bloquearon la autopista de Ayalon, la principal en Tel Aviv, y pintaron en el suelo un enorme «300» de color amarillo.
«Durante 300 días mi hijo Matan y otros rehenes han estado abandonados en los túneles de Hamás porque Netanyahu retrasa el acuerdo una y otra vez», dijo Einav Zangauker al diario israelí Haaretz durante esta acción.
Tanto dentro de la Gaza, donde la cifra de palestinos fallecidos roza los 40.000, como en territorio israelí, alcanzar la cifra de 300 días de guerra ha supuesto un gran simbolismo.
El Gobierno gazatí, controlado por Hamás, emitió un comunicado con motivo de esta jornada asegurando que «la guerra no son sólo números, sino que detrás de cada número hay una historia y un sueño que fue asesinado por la ocupación (israelí) criminal».
Al otro lado del muro de separación, el presidente de Israel, Isaac Herzog, lamentó el paso de estos 300 días como un periodo en el que «hijos e hijas, hermanos y hermanas, madres y padres, abuelos y abuelas, han languidecido en las mazmorras de Hamás en Gaza».
Según el presidente, cada segundo que pasa mientras los cautivos continúan en el devastado enclave palestino «es un crimen contra la humanidad», y resaltó la urgente necesidad de lograr su retorno.
Tanto Herzog como el Foro de las familias apelaron a la comunidad internacional a presionar para hacer posible el retorno de los rehenes. El Foro, concretamente, llamó a presionar a Hamás para que firme el acuerdo del alto el fuego que se encuentra aún bajo negociación.
El futuro de las conversaciones sobre un alto el fuego se encuentra bajo una incógnita después de un ataque en Teherán que Irán atribuye a Israel en el que murió de Ismail Haniyeh, líder político de Hamás y a la cabeza de las negociaciones por parte de los islamistas.
Este ataque ha hecho saltar las alarmas en la región, ya que siguió al bombardeo israelí en Beirut que mató al comandante del grupo chií libanés Hizbulá, Fuad Sukhr, tras el cual Israel espera una posible respuesta militar desde Líbano o Irán.
La guerra entre Israel y Hamás, que se extiende por ya casi 10 meses, estalló el 7 de octubre del año pasado tras un ataque del grupo islamista que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados.
EFE
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