Falleció Edgar Sánchez, el pintor de rostros imposibles
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Este gran artista plástico falleció sorpresivamente a causa de un paro respiratorio. Fue unos de los más destacados en el panorama nacional en la década de los 70, cuando realizó un novedoso abordaje temático y formal del rostro humano, mostrando sus nuevas dimensiones en el dibujo y la pintura.
Nació el 28 de septiembre de 1940 en Aguada Grande, estado Lara. Estudió aproximadamente entre 1954 y 1959 en la Escuela de Artes Plástica Martín Tovar y Tovar de Barquisimeto, se mudó a Caracas para continuar con la formación como arquitecto en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Se destacó como pintor, dibujante y grabador; ejerció la docencia en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas de Caracas. En sus inicios, realizó obras gestuales en grandes formatos, mostradas en la Bienal de Jóvenes de París en 1967 y después se interesó por abstracciones a partir de la impronta de telas sobre fondos oscuros, que llamó Huellas en el espacio, que constituyeron su primera individual en el Museo de Bellas Artes, en 1968.
De sus rostros dijo Juan Calzadilla: «(son) una suerte de close up que hace de un detalle de la piel el desierto inmenso de un mapa orográfico»
En la década de 1970, su nombre aparece entre los pioneros del llamado “boom del dibujo” en Venezuela, cuando ya emerge a la superficie la figura sobresaliente y misteriosa de aquellos amenazantes rostros hiperrealistas que ocupan todo el plano y en cuyos labios, surcos, heridas y cicatrices se respira el drama de la condición humana.
En 1980 inició la serie Letargo, grandes telas casi abstractas en grises solo atravesadas por unos labios. Considera el crítico colombiano Germán Rubiano como “uno de los trabajos más importantes del arte figurativo internacional de los últimos decenios”.
A finales de la década de 1980, la serie Pieles-gestaciones constituye la primera gran síntesis de su trabajo anterior y génesis de futuros desarrollos.
En la siguiente década, surgen sus rostros femeninos en primeros planos. Luego Sánchez introduce copias ampliadas de fotografías (figura con personajes de August Sander, 1994), hay mayor variedad entre los personajes, que son agrupados frente a paisajes campestres o vistas urbanas.
Los resultados de su reciente obra fueron expuestos el pasado año en la galería Freites, con la que el artista trabajó durante más de 40 años, en la muestra El otro rostro, realizada en torno a la situación de la pandemia.
“Son rostros plenos de silencios, de interrogantes más allá de sus propias formas, tratando de encontrar una razón de su existencia. Son rostros que, si bien guardan relaciones con las figuras más clásicas del género retratístico, no deben ser consideradas meros retratos”, escribió María Luz Cárdenas.
La galería Freites ya adelantó la realización de una próxima programación de actividades diversas en honor a Edgar Sánchez.
Con información de La Verdad