Facebook trabaja en quitar contenido violatorio vinculado a los ataques de Sri Lanka
EFE
Facebook afirmó este domingo que trabaja para eliminar el contenido que viola sus estándares, después de que fuera bloqueada temporalmente junto a otras redes sociales como Whatsapp y Viber por las autoridades de Sri Lanka tras la cadena de atentados, en los que han muerto 207 personas.
«Equipos de Facebook han estado trabajando para apoyar a los equipos de rescate y de aplicación de la ley, así como para identificar y eliminar el contenido que viola nuestros estándares», dijo la empresa en un comunicado publicado por medios de comunicación estadounidenses.
«Estamos al tanto de las declaraciones del Gobierno (de Colombo) sobre el bloqueo temporal de las plataformas de medios de comunicación sociales -indicó-. La gente confía en nuestros servicios para comunicarse con sus seres queridos y estamos comprometidos con el mantenimiento de nuestros servicios y la ayuda a la comunidad y el país en este momento trágico».
La empresa expresó, además, sus condolencias por las víctimas de este «acto espantoso».
Sri Lanka vivió hoy un sangriento Domingo de Resurrección con al menos 207 muertos, entre ellos una treintena de extranjeros, y 450 heridos por una serie de atentados que golpearon tres iglesias en las que los fieles celebraban la festividad cristiana, cuatro hoteles y un complejo residencial.
El portavoz de Policía de Sri Lanka anunció el arresto de 13 sospechosos de estar vinculados con los ataques, sin dar más detalles.
Por ahora, ningún grupo armado ha reclamado la autoría de los atentados, que las autoridades calificaron de «extremistas», al tiempo que insistieron en prestar atención a la difusión de noticias falsas que puedan generar confusión o actos de represalia contra algún grupo étnico o religioso.
WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente, mientras que las redes móviles e internet están saturados y apenas funcionan en el país asiático.
El pasado 15 de marzo, el atentado perpetrado contra dos mezquitas en Nueva Zelanda suscitó un intenso debate internacional, tras comprobarse que el autor de la masacre había transmitido en directo por Facebook los ataques que dejaron 50 muertos.