Facebook esconde los «Me Gusta» en una prueba piloto en Australia
EFE
Facebook empezó a esconder este viernes los «Me Gusta» que los usuarios dejan en las entradas y comentarios de otros internautas en Australia, como parte de una prueba piloto para rebajar sus posibles efectos nocivos para la autoestima y la ansiedad.
«Estamos llevando a cabo una prueba limitada en la que la cuenta de reacciones y visualizaciones de vIdeos pasa a ser privada. Compilaremos valoraciones para averiguar si este cambio mejora la experiencia de las personas», indicó la red social más usada del mundo en un comunicado.
Los «Me Gusta» no se eliminan y siguen siendo una opción para expresar el agrado por una entrada o comentario, pero pasan a ser visibles únicamente para el autor de ese contenido, de manera que para el resto de usuarios desaparecen las habituales indicaciones del estilo de «A 17 personas les gusta esto» y son sustituidas por «A -un usuario determinado- y otras personas les gusta esto».
El objetivo principal detrás de esta prueba es el temor expresado por parte de psicólogos y otros expertos de que las redes sociales se conviertan en un área de competición especialmente entre adolescentes para lograr aceptación y respeto de terceros, con los consiguientes problemas de ansiedad y autoestima.
Facebook introdujo la opción de «Me Gusta» en 2009, y desde entonces se ha convertido en una de las principales señas de identidad de la red social, que incluso usa el símbolo de la mano con el pulgar alzado como imagen corporativa y lo tiene en el acceso a su sede de Menlo Park (California, EE.UU.).
En paralelo a Facebook, otra red social de su propiedad y muy popular entre los más jóvenes, Instagram, lleva varias semanas realizando pruebas similares y escondiendo los «Me Gusta» de las fotografías colgadas en países como Australia, Irlanda e Italia.
La compañía que dirige Mark Zuckerberg se ha visto envuelta en los últimos años en multitud de escándalos que han lastrado significativamente su imagen pública, siendo el mayor de ellos el de la consultora británica Cambridge Analytica, que utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.
La empresa se sirvió de datos de la plataforma para elaborar perfiles psicológicos de votantes, que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente de EE.UU., Donald Trump, durante las elecciones de 2016, entre otros.