Extienden militarización del norte de Chile por crisis migratoria
EFE
El Congreso chileno aprobó este miércoles la segunda prórroga del estado de excepción en la zona del norte del país, medida vigente desde mediados de febrero pasado y destinada al apoyo militar del control fronterizo para contener el flujo migratorio irregular sin precedentes que hace más de un año afecta a diversas localidades del país suramericano.
Con 128 votos a favor, cuatro en contra y cinco abstenciones, la solicitud del nuevo gobierno de Gabriel Boric contempla la militarización de las fronteras en cuatro provincias: Arica y Parinacota, en la Región de Arica y Parinacota, (excluyendo el radio urbano de la ciudad de Arica); la provincia de Tamarugal, en la Región de Tarapacá; y la provincia de El Loa, en la Región de Antofagasta (excluyendo el radio urbano de la ciudad de Calama).
En esta oportunidad, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se comprometió a que será la última extensión del estado de excepción constitucional, mientras en paralelo se trabaja en un nuevo diseño para gestionar la crisis humanitaria que afecta mayormente a familias venezolanas que han emigrado de su país junto a casi 6 millones de personas, un éxodo comparable al de Siria o el que afecta al este del Mediterráneo desde Medio Oriente y África.
«El Gobierno estima que va a ser la última prórroga (…) El plan que va a reemplazar el estado de excepción, que tiene componentes de desarrollo económico, social y de política migratoria va a ser conversado, informado y vamos a estar disponibles a escuchar, para conversar con los gobernadores, alcaldes, parlamentarios y también comunidad de las zonas afectadas», señaló el subsecretario.
Originalmente, la medida fue impulsada por el gobierno del expresidente Sebastián Piñera en respuesta a la paralización masiva de camioneros en el norte del país tras el homicidio de un conductor presuntamente en manos de extranjeros en febrero pasado.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria en Chile en marzo de 2020, la policía ha registrado el ingreso irregular de más de 50.000 personas, dándose el escenario más crítico a inicio de 2021 con la llegada de 1.500 inmigrantes -en su mayoría venezolanos- a la localidad de Colchane en tres días.
En las cercanías de Colchane, pequeño pueblo altiplánico a más de 3.700 metros de altura, ya se ha reportado el fallecimiento de decenas de personas intentando cruzar a Chile pese a la inclemencia de su geografía, marcada por altas temperaturas durante el día para descender bajo los cero grados cuando cae la noche.
Estos peligrosos pasos siguen formando la principal ruta de ingreso irregular a Chile, que pese a la pandemia y la crisis social de 2019 sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.
En total hay 1,4 millones de migrantes en el país latinoamericano, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.