Exreo de Guantánamo suspende ingesta de líquidos mientras espera por solución - 800Noticias
800Noticias
Internacionales

EFE

Jihad Ahmad Diyab, el exreo de Guantánamo refugiado en Uruguay, suspendió este lunes la ingesta de líquidos para profundizar la huelga de hambre que mantiene desde hace más de 50 días con el objetivo de conseguir ser realojado en un país árabe o musulmán donde reencontrarse con su familia.

Así lo confirmó a Efe el activista y allegado a Diyab Andrés Contreris, quien además señaló que el exrecluso no ha tenido novedades por parte del Gobierno y que, por lo tanto, volvió a suspender la ingesta de líquidos, algo que ya había realizado previamente a lo largo de unas dos semanas.

Si bien las autoridades uruguayas han estado negociando con diferentes países para encontrar una solución a su situación, las conversaciones no han dado frutos y países como Líbano, Qatar y Turquía rechazaron alojar al sirio.

Ante esta situación, unas 20 personas se movilizaron hoy frente a la sede de la Cancillería, en el centro de la capital uruguaya, para apoyar el reclamo del sirio.

«Bajo el lema no dejen morir a Diyab» el grupo de personas desplegó pancartas y prendió velas en la sede del Ministerio para luego marchar hacia la embajada de Estados Unidos y allí continuar la protesta.

Por su parte, uno de los miembros de la Red Iberoamericana de Jueces (RIJ), el comisionado chileno Daniel Urrutia, que se encuentra en Uruguay, se refirió a la situación del exrefugiado, a quien dijo haber visitado en las últimas horas.

Urrutia señaló que Diyab es una persona que fue «torturada», «encarcelada de forma ilegal, sin el respeto de ninguno de sus derechos humanos» y sin «juicio previo».

«Está preso en el Uruguay, no puede salir de forma libre, no puede moverse», agregó Urrutia, que pertenece a la organización de la sociedad civil que se dedica a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos.

Se trata de una «situación humanitaria de la que el Gobierno de EE.UU. debe hacerse cargo, ellos son los culpables» y deben «reparar los daños», responsabilidad que, según aseveró, también recae sobre las autoridades uruguayas.

Diyab brindó recientemente una conferencia de prensa en la que afirmó que al Gobierno de EE.UU. «no le importa» su vida y que lo único que quiere es «lavarse las manos».

«Lo que veo es que las puertas se están cerrando y no veo una opción que vaya a resolver lo que tanto anhelo y quiero: mi familia, que estemos juntos y viviendo una vida normal», aseveró el exrecluso sirio ante la prensa.

Junto a otros tres sirios, un tunecino y un palestino fue acogido en Uruguay en diciembre de 2014 como parte del compromiso del entonces presidente uruguayo, José Mujica, de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el plan de cierre del penal de Guantánamo (Cuba).

Síguenos por @800noticias