Exreo de Guantánamo que dejó Uruguay apareció en Venezuela - 800Noticias
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El sirio Abu Wa’el Dhiab, uno de los seis ex prisioneros de Guantánamo que llegaron en 2014 a Uruguay y que abandonó el país semanas atrás, reapareció el miércoles en Venezuela, informó el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa.

El jefe de la diplomacia uruguaya dijo a The Associated Press que Dhiab se presentó en el consulado de Uruguay en Caracas.

Hacía dos semanas que el gobierno había confirmado que Dhiab dejó el país en una fecha imprecisa.

En Caracas, sin embargo, no había ninguna señal de la presencia de Dhiab en el edificio donde se localizan las oficinas del consulado uruguayo. Funcionarios de la representación consular se negaron a dar información o permitir la entrada a periodistas de la AP.

El último lugar donde fue visto fue el Chuy, una localidad binacional en la frontera uruguayo-brasileña, donde reside una comunidad árabe. Dhiab le dijo a sus amigos y a su abogado que pasaría allí el mes sagrado de ramadán y una semana más, y luego regresaría a Montevideo.

La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Kelly Keiderling, dijo días atrás que «nos preocupa cualquier señor como el señor Dhiab (Abu Wa’el Dhiab), que una vez estuvo en Guantánamo».

Consultada sobre si Dhiab podría ser una amenaza, respondió: «Podría ser, no lo sabemos. Puede ser, sí, teóricamente».

En una entrevista con el semanario Búsqueda dijo que si bien nunca fue terrorista, como consecuencia de las torturas recibidas en Guantánamo hoy siente simpatía por Al Qaeda.

Dhiab, que se desplaza en muletas y sufre varios problemas de salud relacionados con huelgas de hambre que emprendió mientras estuvo detenido en Guantánamo, ha sido especialmente expresivo sobre su infelicidad en Uruguay.

De todos los exprisioneros de Guantánamo, él ha sido el de adaptación más difícil en la nación sudamericana.
Dhiab acusó en repetidas oportunidades al gobierno uruguayo de incumplir una supuesta promesa de traer a su familia al país. Por eso, en septiembre de 2015, aconsejó a los prisioneros que permanecen en Guantánamo que no acepten venir a Uruguay.

También se negó durante meses a firmar un convenio con el gobierno, que ya habían suscrito los otros cinco, por el cual reciben una ayuda económica y a cambio se comprometen a aprender español y a capacitarse laboralmente. Finalmente, signó el acuerdo en febrero de 2016.

Jon Eisenberg, un abogado estadounidense que representó a Dhiab cuando estuvo detenido en Guantánamo, dijo que no había estado en contacto con él desde junio cuando sostuvieron una llamada telefónica, aunque dijo que un contacto en Uruguay le dijo que era correcto el reporte de que el sirio se encontraba en Venezuela.

Eisenberg dijo que Dhiab estaba muy preocupado por su esposa y sus tres hijos, quienes huyeron de Siria a Turquía, y luego tuvieron que regresar a su patria por razones económicas. Ellos estaban en una comunidad siria que fue bombardeada por fuerzas gubernamentales en noviembre de 2015.

El abogado comentó que la última vez que habló con él, Dhiab le dijo que esperaba que su familia pudiera ser traída a Uruguay.

«Por eso pensé que no dejaría Uruguay», señaló Eisenberg.

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