Exfoliante físico o químico, ¿Cuál elegir?
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La exfoliación es uno de los pasos más importantes de nuestra rutina facial. Aunque no debemos realizarla todos los días, una o dos veces a la semana debemos tomarnos nuestro tiempo para retirar las impurezas y las células muertas de nuestra piel de una forma eficaz para que esté luminosa y saludable.
Primero de todo, hay que dejar claros los conceptos. Los exfoliantes físicos o mecánicosson los exfoliantes clásicos que todos conocemos, compuestos por microgránulos, azúcares u otras partículas de arrastre que, mediante una suave fricción, eliminan las células muertas superficiales.
Por otro lado, los exfoliantes químicos son aquellos compuestos por ácidos orgánicos y la mayoría proceden de frutas y alimentos. Entre ellos podemos encontrar los AHA, como el ácido glicólico; los BHA, como el ácido salicílico o los PHA, como la gluconolactona.
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Estos ácidos son capaces de eliminar las células muertas, en mayor o menor profundidad, sin necesidad de frotar, de forma progresiva y son menos agresivos con la piel que los exfoliantes físicos.
Una vez sabiendo esto, toca decantarnos por aquellos que nos benefician más. Aunque últimamente se está desaconsejando los exfoliantes físicos y mecánicos, pueden servir de ayuda a las pieles más grasas y seborreicas, para ayudar a eliminar bien las células muertas y controlar la producción de sebo, pero nunca más de dos veces por semana.
Los AHAs cómo los ácidos glicólico, láctico, málico o mandélico, entre otros, son perfectos para aquellas personas que buscan un poco más de luminosidad en su piel, unificar el tono e, incluso, reducir la apariencia de las arrugas. De todos ellos, el más potente es el ácido glicólico, aunque el láctico es más suave y menos propenso a causar reacciones.
De los BHAs, el ácido salicílico es el más conocido y el más utilizado. Está especialmente recomendado para pieles grasas o con tendencia a puntos negros y acné, dado que al ser soluble en aceite es capaz de penetrar en los poros obstruidos y limpiar el sebo, además de tener propiedadesantibacterianas y antiinflamatorias.
Sin embargo, este ácido no está recomendado para todo el mundo y las personas con alergia a la aspirina (ácido acetilsalicílico) deben realizarse una prueba del parche en el brazo antes de aplicarlo en el rostro.
Los PHAs por su parte, como el gluconolactona y ácido lactobiónico, son menos irritantes que los anteriores, por lo que las pieles sensibles suelen preferirlos por encima de los otros. Sin embargo, son tan novedosos que todavía nos queda mucho por saber sobre ellos.