Exdueño de Globovisión cree que Venezuela es “un avión que pierde altura”
EFE
El empresario de origen venezolano Nelson Mezerhane, cofundador de Globovisión y dueño del estadounidense Diario Las Américas, cree que Venezuela es como “un avión que pierde altura”, está en plena caída y sus dirigentes, que tratan de “atornillarse en el poder”, no podrán pararlo.
Mezerhane se encuentra de paso por Madrid con motivo de la semana de debates organizada por el Consejo Académico y Social del Instituto Atlántico de Gobierno (IADG), un organismo fundado en 2015 por el expresidente español José María Aznar (1996-2004) con el objetivo de formar a nuevos políticos de Europa y América Latina.
“El agua siempre corre hacia abajo, nadie la puede parar”, dice el empresario en una entrevista con Efe en referencia a la situación que atraviesa Venezuela.
Mezerhane vive en Estados Unidos exiliado, después de que el gobierno chavista expropiara todos sus bienes y sus empresas en el país, entre ellos la televisión Globovisión -canal del que fue confundador y accionista de referencia-, y el Banco Federal, intervenido por supuestos problemas de liquidez, según la versión del Ejecutivo.
Actualmente reside en Miami, donde dirige el grupo empresarial que lleva su nombre, con inversiones en distintos sectores.
El empresario confía en que el cambio que llegue a Venezuela, liderado por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), sea “tranquilo” y no esté acompañado por “un baño de sangre”, ya que las clases populares, que ahora son las que “peor lo están pasando” con el desabastecimiento, serían las más perjudicadas, asegura.
A su juicio, el régimen chavista ha conseguido “hundir el país” tras casi dos décadas en el poder, pese a que Venezuela es uno de los más ricos del mundo en recursos naturales.
Mezerhane reivindicó el poder de los medios de comunicación como “ventanas de libertad” y asegura que fue la defensa de la libertad de información de Globovisión la que hizo que el expresidente Hugo Chávez le hiciera «la vida imposible» a él y a su familia.
“Se lo llevaron todo porque no pusimos el medio al servicio del Estado”, asegura el empresario, que no se da “por vencido” y volvió a adquirir un medio en Estados Unidos, el Diario de Las Américas, el rotativo más antiguo en lengua española del sur de EEUU.
Después de que el sistema judicial estadounidense se haya declarado no competente para juzgar la expropiación de sus bienes y empresas, por falta de jurisdicción, Mezerhane planea llevar su caso al Tribunal Internacional de La Haya y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Actualmente el empresario, que pasó más de un mes en la cárcel acusado de ser el autor intelectual del asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson, tiene 33 demandas interpuestas en tribunales venezolanos por la expropiación de sus negocios y bienes.
“El dinero se recupera, pero el coste emocional no. Nos quitaron un pedazo del corazón y arrasaron con toda la historia de nuestra familia”, relata el empresario, que emplaza al gobierno venezolano a acudir a una instancia judicial neutral para aclarar tanto sus casos de expropiación como las denuncias de robo vertidas contra su labor empresarial.