Ex vicepresidenta de Guatemala presa por presuntos casos de corrupción
El presidente de Guatemala, Otto Pérez, sufrió el miércoles un nuevo golpe en la crisis que acosa a su gobierno, con la orden de prisión preventiva para su ex vicepresidenta Roxana Baldetti, por su papel en un escándalo de defraudación fiscal.
Entre tanto, nuevas protestas recorrieron las calles del país para exigir la renuncia del presidente, acorralado por la justicia luego de que la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad lo señalara como cabecilla de la red de corrupción.
Por otro lado, una veintena de funcionarios, incluidos seis de los 14 ministros, han abandonado el barco de Pérez, un general retirado de 64 años, mientras que la cúpula empresarial rompió su alianza con el gobernante y exigió su renuncia.
Para Jorge Santos, director del Centro Internacional de Investigaciones de Derechos Humanos (CIIDH), el abandono de gran parte de su círculo más cercano «deja en total soledad al presidente, quien sin lugar a dudas ya no ejerce más que de manera formal el papel de presidente de la República».
Para complicar la situación del mandatario, el pleno de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala (CSJ) por unanimidad avaló un pedido de la Fiscalía para que el Congreso le levante la inmunidad presidencial y pueda enfrentar cargos de corrupción.
El mandatario fue señalado el pasado viernes como cabecilla, junto a Baldetti, de una red de defraudación aduanera denominada La Línea, y ese mismo día la Fiscalía pidió iniciar el proceso de despojarlo de la inmunidad y enjuiciarlo.
Pérez descartó el domingo renunciar pese a la presión popular, y dijo que permanecerá en el poder hasta el fin de su mandato, el 14 de enero de 2016. Las elecciones generales de Guatemala se celebrarán el domingo 6 de septiembre pero el presidente no asume su cargo hasta principios de año.