Evo Morales se compromete a no dejar olvidados a afectados por deslizamiento
EFE
El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró este domingo que no va a dejar a su suerte a los cientos de afectados que viven en campamentos de acogida en La Paz tras un deslizamiento del terreno que destruyó decenas de casas.
«No los vamos a abandonar», aseguró el presidente megáfono en mano ante alojados en uno de estos campamentos en la ciudad.
Evo Morales visitó cancha Fígaro, un recinto deportivo convertido en campo de acogida cerca del lugar del deslizamiento del pasado 30 de abril que dejó cientos de afectados al destruir o tener que ser desalojadas más de 160 construcciones.
«Vamos a atenderles a todos», afirmó al dirigirse a quienes perdieron su hogar.
Morales instó a la Alcaldía de La Paz a ceder terreno para construir viviendas para los damnificados y se comprometió a que recibirán un departamento de tres dormitorios las familias afectadas, pero advirtió de que no será posible entregar edificios enteros para los propietarios que los perdieron.
El mandatario pidió a los residentes en el campamento que colaboren para evitar que de esta ayuda se aprovechen quienes no son damnificados.
«Queremos la verdad», dijo desde unas gradas acompañado de miembros de su Gobierno y mandos militares y policiales.
Aunque llevará «un poquito de tiempo», desde mañana mismo se trabajará para agilizar la entrega de viviendas, señaló Morales al confesar que «no quisiera que vivieran en carpas» por tiempo indefinido.
El presidente consideró «gravísimo» que vecinos de la zona advirtieran de problemas en el terreno a técnicos municipales antes del desastre, sin que se pudiera evitar, algo que «no se puede entender».
La estabilización del terreno «es exclusiva» responsabilidad de la Alcaldía, advirtió.
El presidente escuchó las demandas de algunos de los acogidos en esta cancha y entregó distinta ayuda, como mochilas con material escolar a los niños, tras acudir después de que en dos ocasiones anteriores se pospusiera su visita en días anteriores.
Durante su intervención, varios de los residentes en las carpas de acogida conminaron al presidente a mantener la búsqueda de cuatro desaparecidos por el deslizamiento.
El corrimiento de tierras afectó a un área de unas ocho hectáreas que hace unos años fue un basurero, donde parte de los edificios carecían de autorización, después de que el agua de lluvia se infiltrara en el terreno, según información de la Alcaldía.
Alrededor de unos 580 damnificados fueron acogidos en campamentos con carpas, donde reciben alimento, ropa y otra ayuda de distintas instituciones y donaciones ciudadanas.