Europa estudia la apertura progresiva de las fronteras
800 Noticias | EFE
Europa se prepara para abrir sus fronteras internas cerradas a causa del coronavirus, en un intento de impulsar la economía y, en particular, el sector turístico, muy dañado a nivel mundial por la COVID-19.
En un continente donde la industria turística representa el 10 % del PIB y donde el verano está en puertas con la consiguiente temporada alta del sector, la Comisión Europea (CE) presentó hoy sus recomendaciones para reabrir gradualmente las fronteras internas del bloque comunitario.
REAPERTURA GRADUAL EN EUROPA Y CON PROTOCOLOS DE SEGURIDAD
Según la iniciativa de Bruselas, que sigue a las decisiones al respecto ya tomadas por algunos países, la desescalada se llevaría a cabo en tres fases y con corredores seguros entre países con situaciones similares.
En la primera, la fase 0, la actual, hay restricciones de movimiento generalizadas entre Estados. En la 1 empezarían a eliminarse obstáculos y estaría garantizado el desplazamiento entre países en condiciones similares, para en la 2 levantarse todos los controles y recuperarse la normalidad, siempre teniendo en cuenta la situación epidemiológica de cada zona.
Además, la Comisión recomienda el uso de mascarilla en todos los medios de transporte y que se respete la distancia de seguridad, así como protocolos sanitarios para hoteles y otros alojamientos
Previamente, Francia y el Reino Unido han alcanzado un acuerdo para no exigir cuarentenas a quienes transiten entre ambos países, mientras que España aplicará a partir del 15 de mayo una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen de otros países.
LEVANTAMIENTO DE CONTROLES EN ALEMANIA
Alemania, por su parte, comenzará a levantar los controles fronterizos desde este viernes para, según la canciller Angela Merkel, ir desapareciendo gradualmente en todo el espacio Schengen de libre circulación en Europa a partir del 15 de junio, siempre que la situación de la pandemia lo permita.
En primer lugar los controles quedarán prácticamente anulados en las fronteras con Luxemburgo y Dinamarca y con Francia, Austria y Suiza se irán reduciendo progresivamente hasta su total eliminación previsiblemente en junio.
España e Italia tendrán que esperar a una segunda fase, a la espera de cómo evolucione su situación con el coronavirus, por lo que los controles aeroportuarios se mantendrán.
Por el contrario, Polonia prolongará los controles en sus demarcaciones con otros países de la UE hasta el 12 de junio, lo que significa que las fronteras con Alemania, República Checa, Eslovaquia y Lituania solo podrán ser atravesadas por ciudadanos polacos y extranjeros que cumplan determinados requisitos y por los pasos para ello designados.
REINO UNIDO INICIA LA DESESCALADA
El Reino Unido -con 33.186 muertos con coronavirus, 494 en las últimas veinticuatro horas en hospitales, residencias y domicilios-, más de 3.200 nuevos contagios- inició hoy la desescalada, aunque el alivio de las restricciones se ciñó a Inglaterra, con la vuelta al trabajo de algunos sectores.
Sin embargo, Escocia, Irlanda del Norte y Gales se han desmarcado del relajamiento de las medidas, al considerar prematura la desescalada del primer ministro británico, Boris Johnson.
Según lo previsto por el Gobierno, los colegios permanecerán cerrados al menos hasta junio y la reapertura de establecimientos no esenciales, como peluquerías y restaurantes, no se evaluará hasta julio.
En plena desescalada, España registra una estabilización de las muertes por coronavirus, con 184 en las últimas veinticuatro horas hasta las 27.104, y también en los nuevos casos, con 439 contagios (228.691 en total).
Italia, por el contrario, ha registrado un ligero repunte de fallecidos, con 195 en las últimas horas, la cifra más alta de los últimos cinco días, hasta un total de 31.106, mientras que los contagios totales superan los 222.000 (888 más que ayer).
Por su parte, Bélgica confirmó que entrará el lunes en la fase 2 de desescalada, con la reapertura parcial de escuelas, museos y peluquerías, la posibilidad de entrenamientos deportivos en grupos de hasta 20 personas al aire libre, la instalación de mercados con un máximo de 50 puestos y la celebración de bodas y funerales con hasta 30 asistentes.
UNA ECONOMÍA MUY DAÑADA EN TODO EL MUNDO
El coronavirus está teniendo grandes efectos en la economía en todo el mundo y el futuro inmediato no se presenta prometedor.
Así, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que, en un planeta en gran parte paralizado por la pandemia, un desplome de la demanda de crudo del 9,1 % en 2020, frente al 6,87 % pronosticado hace un mes, aunque cree que el consumo mejorará en el segundo semestre.
La Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) alerta de que la recuperación podría «tomar un tiempo antes de ganar impulso» y apunta a que las medidas extraordinarias tomadas hasta ahora «puede que no sean el capítulo final», pese a lo cual no contempla el uso de tipos de interés negativos
También el paro escala posiciones y la tasa de desempleo en los países de la a Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subió cuatro décimas en marzo hasta quedar en el 5,6 % de la población activa y se teme que los datos de abril reflejan una subida sin precedentes.
El número de parados en los 37 miembros de la OCDE se incrementó en 2,1 millones de personas, hasta un total de 37 millones, con las mujeres y los jóvenes de 15 a 24 años como los mayores afectados y con Colombia y España como los países con mayores aumentos del desempleo, más de un punto hasta el 12,2 por ciento en el primer caso y nueve décimas en el segundo, hasta el 14,5 %.
También la ONU estima que la economía mundial se contraerá este año un 3,2 %, el mayor desplome desde la Gran Depresión, con una caída del 5 % en el caso de las economías desarrolladas, con desplomes del 5,8 % en la zona euro, del 5,4 % en el Reino Unido, del 4,8 % en Estados Unidos o del 4,2 % en Japón.
Según la ONU, China -el país donde se originó la pandemia- logrará cerrar 2020 con crecimiento, un alza de un 1,7 % en su producción económica, aunque muy lejos de las proyecciones previas a la crisis.
EFECTOS A LARGO PLAZO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que el nuevo coronavirus puede convertirse en un virus endémico y, por tanto, «no irse nunca».
También ha indicado que, si bien los seres humanos viven como media 5,5 años más ahora que a principios de este siglo, al pasar la esperanza de vida global 66,5 a 72 años, este y otros avances podrían reducirse con la pandemia de la COVID-19.
Y es que los efectos del coronovirus ya son patentes entre la población en muchos lugares el mundo, sobre todo entre los sectores más vulnerables.
En Chile, miles de vecinos de los barrios con menos recursos comen diariamente gracias a las llamadas «ollas comunes» al haber perdido sus ingresos.
En Rusia, el segundo país del mundo en contagios tras Estados Unidos, con Moscú como epicentro, miles de voluntarios ayudan cada día a médicos y personal sanitario a luchar contra el coronavirus, que ya ha infectado a más de 242.000 personas (alrededor de 10.000 el último día).
Y, mientras tanto, a toda África ya ha llegado el coronavirus, después de que Lesoto confirmara su primer contagio, un ciudadano llegado desde el extranjero.
En total, África, con Sudáfrica como país más afectado, registra en torno a 70.000 contagios de COVID-19 y unas 2.400 muertes.
La OMS alerta de que, de no tomarse las medidas adecuadas, las muertes en África por el coronavirus podrían oscilar entre 83.000 y 190.000.