Alistair Blake, de 61 años, sufrió un paro cardíaco en las primeras horas de la mañana de enero de 2019 mientras dormía junto a su esposa Melinda, quien encontró a su esposo “gorgoteando” e inconsciente en su casa en Australia, revela una nota de Daily Star.
La rápida reacción de Melinda hizo que le practicara resucitación cardiopulmonar mientras esperaba nerviosa que llegara la ambulancia.
Estuvo haciéndole maniobras de resucitación cardiopulmonar durante 20 minutos pero no conseguía recuperarle los signos vitales. En ese tiempo llegaron los paramédicos, pero Alistair seguía clínicamente muerto.