Estudio alemán comprueba fiabilidad de autotests rápidos de antígenos
EFE
Un estudio del hospital universitario berlinés de La Charité y la clínica universitaria de Heidelberg ha podido establecer que un test rápido de antígenos realizado por una persona a sí misma puede ser una alternativa fiable a un frotis nasofaríngeo llevado a cabo por un profesional sanitario.
Para el estudio, dirigido por Frank Mockenhaupt, de La Charité, y Claudia Denkinger, de la clínica de Heidelberg -ambos responsables de los institutos de medicina tropical de sus respectivos centros-, 289 participantes con síntomas típicos de SARS-CoV-2 recibieron instrucciones por parte del personal médico acerca de cómo realizarse la prueba.
Así, los voluntarios debían introducir un bastoncillo en su nariz hasta una profundidad de entre 2 y 3 centímetros y realizar movimientos circulares durante 15 segundos recorriendo las paredes internas para tomar así una muestra.
A continuación, el personal médico les realizó un frotis nasofaríngeo profundo y ambas muestras fueron analizadas con el mismo test de antígenos para comparar los resultados.
Además, se les realizó una prueba combinada nasal/orofaríngea para obtener por la llamada PCR un diagnóstico de referencia de una posible infección con el coronovirus.
Según la PCR, 39 de los 289 participantes -el 13,5 %- estaban contagiados con SARS-CoV-2.
En el caso de 31 de los 39 pacientes -el 80 %- la prueba nasofaríngea realizada por el personal médico también dio positivo, mientras que en el caso de la muestra extraída por los propios voluntarios, el test de antígenos dio el resultado correcto en 29 de los casos -el 74 %-.
«Naturalmente habíamos esperado que los test rápidos de antígenos no tuvieran la misma sensibilidad que las PCR» señaló Denkinger.
Pero el estudio, realizado entre finales de septiembre y mediados de octubre en el centro de atención de coronavirus de La Charité, «demuestra que la autoextracción guiada de una muestra para el test de antígenos analizado no es peor que la prueba profesional tomada del área nasofaríngea», afirmó.
Se mostró convencida, además, que bastoncillos algo más fuertes podrían ser más indicados para el frotis en el vestíbulo nasal.
Por su parte, Mockenhaupt señaló que los test rápidos son un «importante complemento» ante las capacidades limitadas para realizar PCR.
«No obstante, la autoextracción de muestras y los autotest no dejan de ser críticos. Una realización incorrecta o una lectura errónea puede conllevar una falsa seguridad. Por otra parte, un test rápido positivo debería ser confirmado por una PCR», agregó.
Pero una extracción nasofaríngea profesional presenta por dos razones un obstáculo para una aplicación generalizada de test rápidos de antígenos, indicó.
«En primer lugar, un frotis nasal profundo es desagradable para muchas personas, que por eso quizás más bien evitarán un testeo frecuente», explicó.
En segundo lugar, esta prueba implica la necesidad de personal médico, es organizativamente laboriosa y requiere de equipamiento de protección, agregó.
En una próxima fase del estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista especializada «European Respiratory Journal», el equipo quiere analizar si los test rápidos de antígenos ofrecen resultados fiables también cuando son realizados por personas no expertas y sin ningún tipo de apoyo profesional. EFE