Estudiantes toman sede de universidad de Guatemala y rechazan pacto de asilo
EFE
Un grupo de estudiantes universitarios tomaron las instalaciones del Museo de la Universidad de San Carlos (Musac) para mostrar su rechazo al acuerdo de asilo firmado entre Guatemala y Estados Unidos y evitar que el Congreso pudiera aprobarlo.
La secretaria de la Asociación de Estudiantes Universitarios, Lenina Amapola, explicó este martes a los medios de comunicación que la organización, junto a otros colectivos estudiantiles, se hizo presente desde ayer en estas instalaciones como medida de rechazo a las disposiciones de la Universidad, que había prestado el espacio al Congreso para que pudiera realizar ahí su sesión.
Esto porque a lo largo de esta legislatura los diputados han promovido una agenda «regresiva», protegiendo con sus acciones al presidente Jimmy Morales y a sus ministros, y como acción preventiva para que los parlamentarios no pudieran sesionar y evitar así la posible aprobación del acuerdo de asilo.
«Ante las diferentes decisiones que han tomado y por la coherencia y la ética que tenemos como estudiantes y lo que representamos como universidad es que nos decidimos venir acá. La toma empezó en la tarde (del lunes) y vamos a estar a lo largo del día», proclamó Lenina, la dirigente de la asociación de estudiantes de la única Universidad pública del país.
La secretaria de la Asociación de Estudiantes Universitarios, que dijo que están acompañados por miembros de otros colectivos de la sociedad civil, manifestó que son conscientes de que la plenaria prevista para este martes fue cancelada pero pidió a la población que «acuerpen» estas acciones y que rechacen el acuerdo de asilo.
Guatemala y Estados Unidos firmaron un acuerdo de asilo que, si entra en vigor, obligará a la mayoría de los migrantes que atraviesan el país centroamericano a pedir asilo allí en vez de en territorio estadounidense.
Varias organizaciones, incluida la Procuraduría de los Derechos Humanos, han mostrado su rechazo a este convenio y han presentado varias acciones ante la Corte de Constitucionalidad para anular este convenio por considerar que es perjudicial para Guatemala.
Sin embargo, el Gobierno ha defendido en reiteradas ocasiones este acuerdo y ha recordado que de no firmarlo Estados Unidos había amenazado con imponer impuestos y aranceles a las remesas y exportaciones, así como la posibilidad de prohibir la entrada a suelo estadounidense de ciudadanos guatemaltecos.
A pesar de que Estados Unidos y Guatemala han firmado este documento, para el que ninguno de los dos países destinará fondos, no está claro cómo se aplicará en la nación centroamericana, pues hay varios recursos judiciales pendientes contra el Gobierno después de que la Corte de Constitucionalidad ordenara que un acuerdo de «tercer país seguro» tenía que ser antes aprobado por el Congreso.
Si el Parlamento tiene que aprobarlo o no tampoco está claro, pero lo cierto es que los diputados han convocado para mañana miércoles una sesión plenaria en un hotel de la capital, el mismo día en el que el secretario de Seguridad Nacional en funciones de Estados Unidos, Kevin McAleenan, sostendrá en Ciudad de Guatemala una reunión con el ministro guatemalteco de Interior, Enrique Degenhart.