Estudiantes de Guatemala claman por Justicia para las 37 niñas muertas
EFE
Centenares de escolares y universitarios se manifestaron este viernes en Guatemala para clamar Justicia para las 37 adolescentes muertas por un incendio en un centro estatal de menores.
En la Plaza de la Constitución, frente al Palacio Nacional de la Cultura, decenas de universitarios de la Universidad San Carlos (pública) se agolparon, con sus características capuchas y rosa roja en mano, para exigir la renuncia del presidente, Jimmy Morales, por su incapacidad en la gestión de esta tragedia, de la que no se conocen responsables.
El miércoles se registró el incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción que se saldó con 37 niñas y adolescentes fallecidas y casi una veintena hospitalizadas. Según los primeros indicios, ellas mismas originaron el fuego para protestar por las violaciones de derechos humanos que sufrían.
Desde ese día, varias manifestaciones se han producido en distintos puntos del país. También estudiantes del colegio Inca se agolparon en la plaza para rezar por las fallecidas y para pedir Justicia con mensaje como «Soy una mujer, quiero justicia», «Ya basta de abuso» o «Guatemala está de luto».
Ataviadas la mayor parte con su uniforme y un lazo negro en forma de crespón, las jóvenes, de entre 16 y 18 años y estudiantes de magisterio en educación o computación, están hartas de la inanición de la Justicia.
Así lo contó a Efe una joven de 18 años, María José, que dijo que lo que único que demandan es que se busque a los responsables de estas víctimas porque está «segura» de que «alguien en sus cabales» no se prende fuego a sí mismo.
La joven recordó los testimonios de varios internos, denunciando agresiones sexuales y físicas, y pidió a las autoridades hacer algo al respecto y honrar la memoria de las fallecidas y las heridas, casi una veintena.
Decenas de transeúntes que pasan a diario por la plaza se paran para ver un mural tendido sobre el suelo, miran los nombres escritos y observan las flores, las velas o los juguetes. Una pancarta con manos rojas de sangre recuerda a las 37 víctimas mortales mientras varios carteles piden perdón: «Lo siento».
