Esto es lo que el frío le hace a tu piel - 800Noticias
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EFE Salud

La piel es nuestro ‘envoltorio’ más importante, nuestra primera barrera defensiva, y el espejo de lo que sucede en nuestro interior.

En invierno, con las gélidas temperaturas, sufre muchísimo y son frecuentes los sabañones, los eczemas, la sequedad, la tirantez, o las rojeces.Por eso, es vital cuidarla, quizá más que en otras épocas del año.

“Estos problemas en la piel surgen como consecuencia del intenso frío, ya que con este se enlentece la circulación sanguínea, la piel se deshidrata con más facilidad, y se ralentiza el ciclo de renovación de las células cutáneas, por lo que aparece más seca, apagada, con más retención de células epidérmicas muertas y más vulnerable”, explica la doctora Carolina Vila, dermatóloga del Hospital Quirónsalud Huelva.

Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) resaltan que, aunque el invierno afecta a todo nuestro organismo, también lo hace a nuestra piel, que se encuentra expuesta a las inclemencias climatológicas, siendo las zonas más sensibles a las bajas temperaturas las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos.

“Si ya de por sí el invierno suele ser una época difícil para nuestra piel, estos días estamos viviendo unas condiciones extremas de frío que pueden perjudicar su estado de salud. Es el abrigo que siempre nos acompaña, el manto cutáneo encargado de funciones como regular la temperatura corporal con la temperatura del ambiente exterior, así como de protegernos de posibles agresiones externas”, explica la doctora Vila.

De hecho, desde la AEDV mantienen en este sentido que el invierno es una etapa del año en la que, además de los cuidados habituales diarios imprescindibles (limpieza, hidratación, revitalización y fotoprotección), es aconsejable preparar la piel más a fondo.

“En invierno hay que protegerse del frío y de la sequedad consecuente, por lo que insistimos en hidratar profundamente la piel de la cara, cuello y escote por la mañana y por la noche, utilizando cremas de consistencia mayor que en el resto del año”. señala esta sociedad médico-científica.

Asimismo, recomienda a aquellas personas que tengan la piel muy sensible a los cambios de temperatura del frío al calor y viceversa, que usen siempre cremas específicas para pieles sensibles.

Seis pautas a seguir

Por su parte, la especialista de Quirónsalud Huelva sugiere para el cuidado de la piel en invierno, y para mejorar su estado en estos meses de frío, los siguientes tips:

1.- En el caso de la ducha es preferible con agua tibia, no muy caliente y no muy fría, con una duración aproximada de 15 minutos, evitando chorros directos a presión para no dañar la epidermis más superficial.

2.- Es fundamental una hidratación adecuada, abundante y frecuente de la piel. Se deben aportar cremas hidratantes que protejan las células epidérmicas y restablezcan la función barrera.

Es recomendable el uso de un emoliente adecuado, con alto contenido en urea, lanolina y vaselina que ayudará a mantener una piel sana.

El momento más crítico es tras la higiene en la ducha, pero en ocasiones es necesario repetir la aplicación de la crema varias veces a lo largo del día. Del mismo modo, los labios sufren mucho en invierno con el frío, más aún si se tiene alguna dermatosis de base —piel atópica, piel sensible, rosácea, psoriasis—.

3.- No podemos olvidar la afectación de las bajas temperaturas sobre la microcirculación de la piel, ya que puede inflamar los pequeños vasos sanguíneos en dedos de manos y pies, que son zonas muy vulnerables a la pérdida de calor corporal, dando lugar a la aparición de los temidos y molestos sabañones: picor, manchas rojas, hinchazón o incluso la aparición de ampollas en dedos de manos y pies.

Para evitar su aparición es fundamental, además de mantener la piel bien hidratada, intentar conservar la temperatura corporal con uso de prendas térmicas, guantes, o calcetines de lana, que también podemos acompañar de gorros que protejan el pelo y cuero cabelludo, y disminuyan la pérdida de calor del organismo.

4.- Evitar acercarnos demasiado a las fuentes de calor, como estufas, radiadores, calderas, o braseros (mesas camilla), etc. ya que la vasodilatación brusca puede dar lugar a la aparición de antiestéticas venitas o alteraciones vasculares mayores principalmente en la zona de piernas, así como la posibilidad de producirnos quemaduras.

5.- Mantener la piel bien hidratada también desde el interior, realizando una adecuada ingesta de agua y de alimentos cocinados en sopas o cremas que mantienen la homeostasis —calor corporal—.

6.- Si vamos a realizar algún deporte al aire libre, la doctora insiste en que no hay que olvidar el uso de fotoprotector solar, ya que las radiaciones ultravioletas también nos afectan en los meses de invierno, con especial precaución si estamos en contacto con la nieve ya que los rayos UV se reflejan y pueden causar directamente quemaduras.

No obstante, la doctora Vila recuerda que ante cualquier problema en nuestra piel debemos consultar con un experto, y para ello no debemos tener miedo a la hora de acudir a un centro sanitario para que ésta sea revisada por un dermatólogo.

Recuerda que las instalaciones sanitarias son seguras frente a posibles contagios de coronavirus puesto que han diseñado circuitos limpios de este virus y además, algunos hospitales, como Quirónsalud Huelva, cuenta con la acreditación ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.

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