Este jueves comienza auditoría electoral de la OEA en Bolivia
EFE
La auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el proceso electoral en Bolivia está previsto que comience este jueves y su resultado será vinculante, anunció este miércoles el Gobierno boliviano.
El canciller de Bolivia, Diego Pary, explicó a los medios en La Paz que durante esta jornada está prevista la firma del acuerdo entre el Gobierno del país y la OEA, vía electrónica, para que mañana comience la «auditoría integral» de las elecciones del pasado 20 de octubre, que la oposición considera fraudulentas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia señaló que Bolivia invita además a participar en los trabajos a países como España, México y Paraguay.
El acuerdo establece que Bolivia garantiza «todas las facilidades» a la OEA para verificar actas de votación, el acceso a instalaciones y estadísticas, la supervisión de la cadena de custodia de votos y toda la información que requiera sobre la jornada del 20 de octubre y el posterior cómputo de los sufragios, según Pary.
Los treinta expertos previstos por parte del organismo internacional trabajarán sin menoscabo de la soberanía del país ni de la independencia de su órgano electoral, destacó el canciller.
El informe vinculante para ambas partes será entregado al secretario general de la OEA, Luis Almagro, para que a su vez lo entregue al Gobierno boliviano, señaló.
Pary concluyó asegurando que el candidato opositor Carlos Mesa, que denuncia fraude electoral, acepta la auditoría con la que el Gobierno boliviano confía en «resolver todas las dudas» sobre un proceso que defiende que tuvo «toda la transparencia».
Mesa exigió este pasado martes al Ejecutivo de Morales que dé marcha atrás y no reconozca los resultados que le dieron la victoria, para ir a una segunda vuelta con el presidente, sin asegurar expresamente que acepte en estos términos de la auditoría.
El Gobierno de Bolivia había anunciado que comparecería el presidente Evo Morales, aunque fue el canciller quien lo hizo, sin admitir preguntas.