Este animal envejece y se acuerda de todo
Agencias
A principios de 2021, un pulpo llamado Marshmallow fue objeto de un estudio asombroso. Científicos brasileños lo estudiaron en un estanque y vieron que de pronto cambiaba de color y sus músculos se movían mientras sus ojos cerrados también oscilaban. Así descubrieron que el cefalópodo estaba soñando. Ahora, otros investigadores determinaron que un pariente cercano de la especie, la sepia officinalis, es el animal más memorioso.
Para averiguarlo, expertos de la Universidad de Cambridge, el Laboratorio de Biología Marina en Woods Hole, Massachusetts, y la Universidad de Caen, probaron que seis sepias ancianas recordaban donde estaban pequeños bocados de moluscos que eran movidos dentro de un estanque dependiendo la hora del día, de la misma forma que lo hacían las sepias jóvenes.
Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the Royal Society B a fines de 2021 y son la primera evidencia de un animal cuya memoria de eventos específicos no se deteriora con la edad.
Realizaron pruebas de memoria en 24 sepias, un animal que vive alrededor de dos años. La mitad de ellos tenían entre 10 y 12 meses de edad y la otra mitad tenía entre 22 a 24 meses, lo que equivale a unos 90 años de los humanos.
“Las sepias demostraron poder recordar lo que comieron, dónde y cuándo, y usar esto para guiar sus decisiones de alimentación en el futuro. Lo sorprendente es que no pierden esta capacidad con la edad, a pesar de mostrar otros signos de envejecimiento como pérdida de la función muscular y el apetito”, dijo la Alexandra Schnell, de la Universidad de Cambridge, quien fue la investigadora que encabezó el estudio.
Sabido es que a medida que los humanos envejecen van perdiendo la lentamente la capacidad de recordar hechos puntuales. Esto se denomina memoria episódica y se cree que su declive se debe al deterioro de una parte del cerebro llamada hipocampo. Pero como las sepias no tienen hipocampo, las cosas cambian.
El lóbulo vertical del cerebro de la sepia está asociado con el aprendizaje y la memoria. Esto no se deteriora hasta los últimos dos o tres días de vida del animal, lo que, según los investigadores, podría explicar por qué la memoria episódica no se ve afectada por la edad en la sepia.
El estudio consistió en entrenar a las sepias para que se acercaran a un lugar específico en su estanque marcado con una bandera blanca y negra. Luego, fueron capacitadas para aprender que dos alimentos que comen habitualmente estaban disponibles en lugares específicos marcados con banderas y después de ciertos retrasos específicos. En un sitio se ondeó la bandera y se les dio un trozo de langostino, su alimento menos preferido. Los camarones, que les gustan más, les fueron ofrecidos en un lugar diferente donde también se ondeó otra bandera, pero solo cada tres horas. Esto se repitió durante cuatro semanas.
El corolario fue que las sepias recordaron qué alimentos estarían disponibles, dónde y cuándo los probaron. Para asegurarse de que no acabaran de aprender un patrón, los dos lugares de alimentación eran únicos cada día. Todas las sepias, sin importar su edad, vieron qué comida apareció por primera vez en cada bandera y lo usaron para determinar qué lugar de alimentación era el mejor en cada vez que la bandera ondeó posteriormente. Esto sugiere que la memoria de tipo episódico no disminuye con la edad en la sepia, a diferencia de lo que ocurre en los humanos.
Schnell explicó: «Las sepias viejas eran tan buenas como las más jóvenes en la tarea de memoria; de hecho, a muchas de las más viejas les fue mejor en la fase de prueba. Creemos que esta capacidad podría ayudar a las sepias en la naturaleza a recordar con quién se aparearon, para que no vuelvan a tener la misma pareja “.
Por Clarín