Este 2020 verá el nacimiento de Libra, la criptomoneda de Facebook
Así se desprende al menos de las declaraciones de Patrick Ellis, miembro de la Junta de la Asociación de Libra.
Y no ha sido precisamente un camino de rosas, ya que varios de los miembros más solventes que inicialmente se suponía formarían parte de la Asociación Libra se cayeron a última hora del plantel. Entre ellos podemos encontrar a empresas tan importantes en el mundo de las finanzas y del comercio electrónico como PayPal, MasterCard o eBay.
21 de los 27 originales
A pesar de todo, la mayoría de los socios fundadores de la Asociación firmaron los estatutos el pasado 15 de octubre en su sede de Ginebra y constituyeron la junta directiva. Además, según afirma la asociación, más de 1.500 entidades de todo el mundo ya han expresado su interés en formar parte del proyecto, de las cuales 180 ya han comenzado los trámites necesarios para ello.
Problemas regulatorios y hostilidad de los bancos centrales
El dinero descentralizado no gusta a los gobiernos, y parece que si el poseedor de la divisa en cuestión es una organización con cientos de millones de usuarios les gusta aún menos. De hecho, el ministro de economía francés, Bruno Le Maire, ya avisó de que Libra no será bien vista en la eurozona, y calificó a la criptomoneda de Zuckerberg de “amenaza a la soberanía”. Sin entrar a fondo en el asunto, anunció que tomarán medidas de la mano de sus socios italianos y alemanes.
En nuestro continente, el gobierno de los Estados Unidos ya ha expresado en repetidas ocasiones que no les gusta Libra, asunto en el coinciden con la Reserva Federal, a pesar de que la administración Trump y la Reserva no suelen estar de acuerdo en prácticamente ningún asunto.
El gran negocio de las criptomonedas
Opiniones gubernamentales al margen, las criptomonedas han supuesto toda una revolución. Invertir en criptomonedas o sobre los movimientos de sus precios fue, es, y teniendo en cuenta que no somos adivinos, probablemente seguirá siendo una opción para invertir, aunque como toda inversión tiene sus riesgos, y no son pocos quienes han salido escaldados de la experiencia.
¿Qué gran negocio ha visto Facebook en crear su propia moneda, en vez de dedicarse a especular con criptomonedas de probada solvencia? Probablemente la respuesta esté en las remesas. Como todos sabemos, una de las primeras cosas que hace un emigrante cuando logra un puesto de trabajo en el extranjero es enviar dinero a sus familiares y amigos en casa y proporcionarles la forma de hacerlo es un negocio muy rentable.
Enviarlo por medio de un banco es probablemente la opción más onerosa de hacerlo, por ello proliferan los locutorios, locales por medio de los cuales estar en contacto con nuestros seres queridos y enviarles dinero. También tenemos PayPal, empresa de trasferencia de capitales de indudable éxito, que como sabemos se ha descolgado recientemente del proyecto Libra, y es precisamente en el sector de los servicios financieros donde Zuckerberg ha visto el futuro de Facebook.
Nosotros no vamos a constituirnos en empresa de servicios financieros, pero siempre podemos invertir a la antigua usanza, comprando barato y vendiendo caro, o, si disponemos de un capital más bien modesto, realizando trading online mediante CFDs con criptomonedas, al igual que hacemos con cualquier otro activo.
¿Por qué es una opción interesante operar mediante CFDs si no queremos, o no podemos, invertir un gran capital? Por el apalancamiento, que es básicamente utilizar deuda para aumentar el volumen de nuestra operación, por ejemplo, en una operación apalancada 1/10 de 1000 dólares, nosotros pondríamos 100 dólares, y los otros 900 dólares se financiarían mediante deuda que nos presta el bróker.
Esta forma de operar tiene la gran ventaja de que el capital inicial necesario es bajo, y las ganancias potenciales en relación al dinero que invertimos, altas. Por desgracia tiene un lado negativo, y es que si la operación se mueve en nuestra contra podemos perder rápidamente el dinero invertido, ya que el apalancamiento no solo maximiza beneficios, también maximiza pérdidas, o incluso acabar debiendo dinero al bróker si no tomamos las medidas adecuadas para protegernos frente a un posible balance negativo de nuestra cuenta.
Por otra parte, en este tipo de operaciones no poseemos el activo, simplemente especulamos con el movimiento de su cotización, así que no nos afecta el que el activo pierda valor, sino que no se mueva en la dirección prevista por nosotros, dicho de otro modo, podemos ganar aunque el activo pierda valor, si en la operación abierta eso es lo que habíamos previsto.
Sea cual sea la forma elegida para invertir en criptomonedas recuerden que operar con cabeza y estar correctamente informado siempre es fundamental, sobre todo con activos de alto riesgo como los CFDs.
