Estados Unidos sanciona a empresarios libaneses por apoyar a Hizbulá
EFE
El Gobierno de Estados Unidos anunció este viernes la imposición de sanciones a dos destacados empresarios libaneses y a varias compañías que trabajan con ellos por ayudar a financiar al grupo chií libanés Hizbulá, al que considera una organización terrorista.
«Mientras el pueblo libanés exige reformas y el fin de la corrupción, Estados Unidos ha designado hoy (en su lista de personas sancionadas) a dos prominentes empresarios libaneses cuyas actividades financieras ilícitas, incluido el lavado de dinero y la evasión fiscal, han brindado apoyo financiero a Hezbolá», afirmó el Departamento de Estado estadounidense en un comunicado.
Se trata de los empresarios Nazem Ahmad y Saleh Asi, a quienes el Gobierno de Estados Unidos acusa de servir de financistas de Hizbulá, «reuniendo y canalizando ingresos ilícitos» para esa organización respaldaad por Irán.
Según en Gobierno, Ahmad y Asi «ocultaron sus ingresos ilícitos al Gobierno libanés a través de medios como el lavado de dinero, el tráfico de diamantes y la evasión fiscal (…) para garantizar que hubiera más dinero para Hizbulá y para ellos mismos».
Junto a los dos empresarios, la Administración estadounidense sancionó a uno de sus socios comerciales identificado como Tony Saab, así como a 17 compañías asociadas a ellos.
«Estados Unidos apoya firmemente las demandas de reforma del pueblo libanés y el fin de la corrupción. En los próximos meses, planeamos acelerar nuestro trabajo para combatir la corrupción y terminar con el financiamiento del terrorismo», aseguró el Departamento de Estado en su comunicado.
Estados Unidos se congratuló de que cada vez más países consideren al grupo chií libanés como un grupo terrorista y prometió continuar «utilizando todas las herramientas» a su disposición para «contrarrestar la amenaza que Hizbulá representa para la estabilidad en el Líbano y Oriente Medio».
«Continuaremos presionando a Hizbulá y a quienes lo apoyan hasta que abandone su actividad terrorista», concluyó el mensaje.
Como consecuencia de esta designación, quedan congelados los activos que estas entidades y empresas puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe hacer transacciones financieras con ciudadanos estadounidenses.
