Estado Islámico pierde terreno y dinero, pero mantiene capacidad para atacar, según ONU
Redacción
El Estado Islámico (EI) sigue perdiendo terreno en sus bastiones de Oriente Medio y sus recursos económicos se han debilitado, pero el grupo yihadista mantiene su capacidad para atacar en distintos países y se centra cada vez más en esa opción, según un informe publicado este lunes por la ONU.
El documento, que este martes será presentado formalmente ante el Consejo de Seguridad, apunta que el EI “se encuentra a la defensiva desde el punto de vista militar en varias regiones”, incluidos Irak, Siria, Libia y Afganistán.
Según Naciones Unidas, el “grupo no ha podido aguantar la presión sostenida que soporta en varias zonas de conflicto”, pero “se está adaptando parcialmente a esta situación”.
Por ejemplo, los yihadistas están utilizando de manera creciente “métodos más encubiertos para las comunicaciones internas y el reclutamiento, como Internet oscura, cifrado y correos”.
Además, sus recientes atentados demuestran que el EI “tiene capacidad operacional para ampliar sus zonas de ataque inmediato a los países vecinos mediante vínculos con células locales”, mientras que sigue alentando a sus simpatizantes en otras zonas del mundo a organizar sus propias acciones.
Según la ONU, por ejemplo, la amenaza para el sector de la aviación “sigue siendo elevada”.
El informe destaca que el número de combatientes que viajan a Irak y Siria para unirse al grupo ha disminuido “considerablemente”, tanto por el aumento de las medidas de control de los viajes como por la “disminución del atractivo del núcleo central” del EI.
El grupo, señala, ha sufrido un deterioro drástico en sus finanzas, lo que le ha obligado a operar con “un presupuesto de crisis”. La venta de hidrocarburos sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos del grupo, pero se ha reducido de forma muy importante en 2016.
Según la ONU, se estima que el EI obtuvo en 2016 unos 260 millones de dólares de la venta de petróleo sirio, mientras que en 2015 había logrado más de 500 millones.
Entre otras cosas, la reducción ha dificultado los esfuerzos de la organización por atraer más reclutas, aunque el informe destaca que gran parte de su “núcleo duro” parece dispuesto a seguir luchando aún sin sueldo.
Muchos de los que continúan combatiendo para el grupo en Oriente Medio son, según la ONU, muy fieles a la ideología yihadista y si se trasladan a otras zonas podrían propagar con ellos la amenaza terroristas.
El informe, que lleva la firma del secretario general, António Guterres, es el cuarto que prepara la ONU, cuyo Consejo de Seguridad ha aprobado en los últimos años varias resoluciones dirigidas específicamente a combatir al EI y otros grupos yihadistas.