Entre protestas y sed Venezuela vive el día mundial del agua
Sala de redacción
Tenemos la caída de agua más alta del mundo ( El Salto Angel), el lago más grande de Suramérica ( El Lago de Maracaibo), el tercer río mas caudaloso del planeta ( el río Orinoco)… que nadie diga que la naturaleza no ha sido bondadosa con esta tierra que hoy sufre el embate de una escasez generalizada de la que el agua no escapa.
El Día Mundial del Agua,es una fecha adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas que pretende crear conciencia en la humanidad y recordar la importancia de uno de los bienes naturales más necesarios para la vida.
«Hoy los venezolanos nos damos cuenta que éramos ricos y no lo sabíamos» nos dice la señora Dennis Dominich, quien vive en el sector los Bagres de Margarita donde pasan semanas sin la llegada del vital líquido.
«Hasta 40 mil bolívares debeos pagar por una cisterna, estamos desesperados» nos confiesa María Marcano, cuyo apartamento queda en la Urbanización Jorge Coll, un sector de clase media de la isla cuyos embates por la falta de agua no es nada nuevo, pero hoy en día el viacrucis es peor.
Tuberías secas
No importa cuán cerca este el poblado de nuestro país a un reservorio de agua. Para uso humano » No hay» grita desesperada la señora Irma Duque quien vive en el sector San Jacinto de Maracaibo » hasta un mes pasamos sin agua y cuando llega la cisterna tenemos que pelearnos con los vecinos para agarrala, estamos usando el agua que cae del aire acondiconado».
Protestas
La falta de agua ha sido razón de protestas en muchos rincones del país. Cierres de vías, quema de cauchos, consignas y pancartas; quienes padecen la falta del vital líquido utilizan los recursos que tienen a la mano para elevar su voz de auxilio a las autoridades. Denuncian el repunte de enfermedades como la Escabiosis y problemas estomacales por la falta de aseo personal y para la manipulación de los alimentos.
Las autoridades gubernamentales alegan que la sequía producto del fenómeno El Niño es el causante de la crisis hídrica del país, mientras que sectores que lo adversas afirman que una falta de políticas en la materia no prepararon los planes de contingencia necesarios para poder palear los embates de la naturaleza.
En medio de esto crece la sed del ciudadano de a pie que no ve cerca una salida inmediata a esta crisis que hoy, lo que mas mantiene seca es la esperanza.