Cierre fronterizo marcó relaciones entre Colombia y Venezuela
Francisco La Mura.- Las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela se vieron turbias a mediados de año por el cierre de la frontera entre ambos países, ordenado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, por el presunto contrabando de comida, gasolina y la incursión de supuestos grupos paramilitares en suelo venezolano.
El pasado 19 de agosto, Maduro dio la orden de cerrar el paso fronterizo por el estado Táchira, ante el ataque de unos presuntos paramilitares a tres soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), quienes se encontraban haciendo labores de inteligencia.
Estados de excepción
El jefe de Estado decretó el 21 de agosto un Estado de excepción por 60 días continuos en los municipios Bolívar, Ureña, Junín, Libertad, Independencia y Rafael Urdaneta del estado Táchira, publicado en Gaceta Oficial 6.194. Ese mismo día fueron desplegados 1.500 efectivos de la Fanb para la realización de una Operación de Liberación del Pueblo (OLP) en esas zonas para encontrar a los presuntos culpables del ataque hacia los soldados. “Esa frontera queda cerrada hasta nuevo aviso”, expresó Maduro en una alocución desde Miraflores.
Al día siguiente, el Presidente anunció que “hasta tanto no se restablezca la normalidad no voy a abrir la frontera, hasta que dejen el ataque. Digan lo que quieran, pero no voy a abrirla, es mi responsabilidad”. Además ordenó la deportación de ciudadanos colombianos ilegales en Táchira.
Para inicios de septiembre, el jefe de Estado venezolano decretó Estado de excepción en los municipios Lobatera, García de Hevia, Ayacucho y Panamericano (Táchira), y tres municipios de Zulia: Guajira, Mara y Almirante Padilla, ordenando el cierre de la frontera con Colombia por Zulia por Paraguachón.
El mandatario nacional activó más tarde estado de emergencia en cuatro zonas más del Zulia e incluyó a municipios de Apure. Maduro anunció su decisión de “los planes especiales” en Jesús Enrique Losada, Rosario de Perijá, Machiques de Perijá, la Cañada Urdaneta, Jesús María Semprún, Catatumbo y Colón en suelo zuliano, y en Páez, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos del estado Apure.
Amazonas también se sumaría al Estado de excepción decretado por el Gobierno nacional.
.@NicolasMaduro anuncia activación de Zona 8 en estado de excepción para región de #Amazonas fronteriza con Colombia pic.twitter.com/xAmhueNolP
— Prensa Presidencial (@PresidencialVen) septiembre 23, 2015
El primer mandatario propuso el 23 de septiembre un plan de trabajo conjunto con Colombia de seis meses para la normalización progresiva de una nueva frontera de paz entre ambas naciones.
“La normalización progresiva significa en términos concretos el logro progresivo y verificable de la instalación de nuevas condiciones para una nueva frontera (…) y ver a nuestros pueblos hermanados y barrer el odio que trataron de meter algunos medios de comunicación” expresó el Presidente.
Deportaciones
A partir del 22 de agosto más de 2.000 soldados venezolanos revisan “casa por casa” una zona de frontera con Colombia en busca de paramilitares, contrabandistas y acusados de otros delitos. Un día después Colombia informa que en dos días han llegado a Cúcuta 394 deportados colombianos, entre ellos 42 menores de edad, lo que marca el comienzo de una “crisis humanitaria”.
Los colombianos expulsados de Venezuela denuncian que sus casas son marcadas con las letras “R”, de revisada, o “D”, de demolición.
Más de mil colombianos establecidos en Venezuela cruzan por trochas en el fronterizo río Táchira en una salida desesperada para no ser expulsados y denuncian atropellos y violaciones de sus derechos humanos por parte de militares de ese país.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, exigió a Venezuela que facilite la reunificación de familias colombianas separadas por el éxodo fronterizo, que supera las 5.000 personas.
El 4 septiembre Venezuela abre un “corredor humanitario” en la frontera exigido por Santos para que niños de ese país que estudian en Cúcuta puedan volver a clases.
Para el mismo mes la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cifra en más de 20.000 los colombianos expulsados de Venezuela.
Diplomacia
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo el 20 de agosto que el cierre es “una decisión soberana” de Venezuela. Holguín y su colega venezolana, Delcy Rodríguez, coinciden en foro internacional en Costa Rica, donde acuerdan reunirse el 14 de septiembre para analizar la situación.
El 28 de agosto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urge a Venezuela a detener de manera inmediata “cualquier expulsión colectiva, arbitraria o sumaria” de colombianos. Dos días después fracasó en la OEA el intento de Colombia de convocar una reunión de cancilleres del organismo para discutir “la crisis”.
El defensor del Pueblo de Colombia, Jorge Armando Otálora, y el alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez, acuden a la sede de la CIDH en Washington para pedir medidas cautelares para los colombianos en Venezuela.
Los presidentes Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos, se reunieron el 21 de septiembre en Quito, por la delicada crisis fronteriza entre ambas naciones. El encuentro tuvo el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a través de su presidente pro témpore, Rafael Correa de Ecuador, y el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez.
Acordaron siete pasos para la normalización de la frontera, entre ellos «el retorno inmediato de los respectivos embajadores, realizar una investigación de la situación de la frontera y reunir a los equipos de ministros inmediatamente para empezar a tratar los temas sensibles en la frontera».
Para inicios de octubre, los ministros de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas y de Venezuela, Vladimir Padrino López realizaron una rueda de prensa para dar a conocer los acuerdos a que llegaron, tras el cierre de la frontera colombo-venezolana en materia de seguridad.
El primer mandatario venezolano reveló el pasado 4 de noviembre que por problemas de agenda de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, la reunión que quería sostener con él este año para tratar el cierre de la frontera quedó para 2016.
«Quedó para enero, febrero del próximo año. Yo quería que la reunión fuera esta semana, pero en la agenda él no puede (…) es lamentable», manifestó Maduro.
El gobernante venezolano agregó que tiene «fe» en que Santos «acelere su agenda de trabajo y atienda los temas de la frontera».
«Yo estoy listo para reunirme con el presidente Santos cuando él pueda (…) Creo que si le pone empeño él puede ayudar a que se regularice la frontera colombiana y ayudar a que se regularice la frontera venezolana», añadió.