España cree que «se juega su papel en el mundo» con la crisis venezolana
EFE
El Gobierno de Pedro Sánchez asume que con la crisis venezolana, España «se está jugando su papel en el mundo» y, mientras trata este asunto en reuniones como la de este miércoles en México o en organismos y grupos internacionales, se afana por que se reconozca su liderazgo en la gestión de este tipo de cuestiones.
Mientras el presidente del Gobierno español se reúne con el mandatario de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, se sigue trabajando en la configuración del grupo de trabajo internacional sobre Venezuela, que España quiere que esté integrado por países europeos y latinoamericanos.
Fuentes del Ejecutivo de Sánchez consideran que España es el único país -como europeo e iberoamericano- capaz de unir las dos regiones para conformar este grupo que pretende que sea «facilitador».
Asimismo subrayan que no se busca mediar porque eso supondría reconocer la legitimidad del actual gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, pero tampoco intervenir para derrocarlo y poner a otra persona como el líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Juan Guaidó.
Las mismas fuentes insisten en que el objetivo último debe de ser siempre la celebración de unas elecciones libres y democráticas, además de llegar a una solución temprana que evite que la crisis humanitaria se agrave.
En este sentido, desde el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno de España, rechazan las posiciones «simplistas» de otros, y aunque no citan a la oposición española (que critica con dureza a Sánchez y le reprocha que haya dado un plazo antes de reconocer a Guaidó) subrayan el empeño del presidente del Gobierno en preservar la unidad de acción europea y buscar una salida ordenada.
El 23 de enero, Guaidó se adjudicó frente a miles de personas las competencias del Ejecutivo como presidente encargado por considerar que Nicolás Maduro «usurpa» la Presidencia, tras ganar en unas cuestionadas elecciones que tacha de «fraudulentas».
En el entorno de Sánchez creen que se ha «distorsionado» mucho su posición, y aseguran que es la misma que cuando lideraba la oposición.
Defienden también los tiempos que ha tenido, incluso admitiendo que se retrasó al principio cuando tardó en pronunciarse, porque lo que buscaba era la unidad en la Unión Europea (UE).
A la espera del resultado de su encuentro con López Obrador, cuyo país ha optado por mantener una posición de neutralidad y junto a Uruguay ha pedido una solución dialogada del conflicto, Sánchez seguirá con los contactos internacionales para tratar de que el grupo de contacto internacional sea lo más amplio posible.
Un grupo que, según el Gobierno español, no debe ponerse objetivos simplistas, y sí debe tratar de sumar sin crispar, es decir, sin ir contra tal o cual persona en Venezuela.
En este sentido las fuentes consultadas no creen que la denuncia interpuesta ante la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, por cinco países latinoamericanos (Argentina, Colombia, Chile, Paraguay y Perú) más Canadá contra el régimen de Maduro ayude a resolver el conflicto y consideran que por el contrario «atornilla» al dirigente venezolano en sus posiciones.
Las mismas fuentes consideran que es mucho más efectiva la presión que ya se está ejerciendo contra Maduro en el ámbito internacional, aunque aún no haya resultado suficiente para forzarle a convocar elecciones presidenciales limpias y transparentes.