Erdogan arremete contra EEUU y dice que acuerdos bilaterales pierden validez
EFE
El presidente turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, arremetió contra Estados Unidos a causa de la condena de un banquero turco en ese país y aseguró que los acuerdos bilaterales en materia judicial entre ambos países están, en su opinión, «perdiendo validez».
«La ley, los lazos bilaterales y los acuerdos entre nosotros están perdiendo validez. Me sabe mal decir esto, pero creo que a partir de ahora será así», dijo Erdogan en el aeropuerto de Estambul antes de salir rumbo a París, donde se reunirá hoy con el presidente francés, Emmanuel Macron.
El mandatario turco acusó a EEUU de dejarse influir «por una serie de conspiraciones», al enjuiciar y condenar a Mehmet Hakan Atilla, exvicepresidente del banco estatal turco HalkBank, por una trama destinada a evadir sanciones impuestas a Irán.
«Si esta es la comprensión de la justicia en Estados Unidos, entonces el mundo está condenado al fracaso», aseguró Erdogan.
Atilla ha sido condenado por conspirar junto al empresario turcoiraní Reza Zarrab para ayudar a firmas iraníes a realizar miles de millones de dólares en transacciones durante 2011 y 2012 con el fin de evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Un tribunal de Nueva York lo declaró esta semana culpable de cinco cargos de conspiración y fraude bancario.
Zarrab, que llegó a un acuerdo con la Justicia estadounidense para reducir su pena, testificó contra Atilla e implicó en la trama al propio Erdogan, así como a exministros turcos.
Por otra parte, Erdogan acusó hoy a EEUU de «malinterpretar» sus propias leyes, al no aceptar la petición turca de extraditar al clérigo islamista Fethullah Gülen, residente en el estado de Pensilvania desde 1999, y a al que Ankara responsabiliza del fallido golpe de Estado de julio de 2016.
«Estados Unidos debería reconsiderar su comprensión de la justicia. Ellos son desde 1999 anfitriones de la persona que cometió un golpe en mi país. Nuestros acuerdos judiciales bilaterales pueden perder validez», advirtió Erdogan.
Gülen fue hasta 2013 un estrecho aliado del gobernante partido islamista de Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.
Divergencias de estrategia y luchas de poder terminaron de enemistar a los seguidores de Gülen y el AKP, convertidos ahora en enemigos irreconciliables.
El AKP pidió la extradición de Gülen y empezó a purgar la administración de presuntos miembros de la cofradía incluso antes del fallido golpe de Estado, pero tras la asonada la persecución se ha intensificado.
La relación entre Turquía y EEUU, socios en la OTAN y aliados desde hace décadas, se ha deteriorado en los últimos años.