Erdogan a Trump: Turquía quiere «diálogo» en crisis del Mediterráneo
EFE
El presidente turco, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan, le dijo este jueves en una conversación telefónica a su homólogo de EEUU, Donald Trump, que Turquía «quiere reducir las tensiones y entablar un diálogo» en la crisis del Mediterráneo Oriental.
Trump llamó esta madrugada por separado a Erdogan y al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, para tratar la crisis en el Mediterráneo Oriental por la búsqueda de reservas de gas natural en la zona, informó la agencia de noticias oficial turca Anadolu.
«Erdogan le recordó a Trump que Turquía no crea inestabilidad en el Mediterráneo Oriental», señala un comunicado la presidencia turca, emitido hoy.
«Turquía ha demostrado con acciones concretas que quiere reducir las tensiones y entablar un diálogo sobre el tema», añade la nota.
La Casa Blanca también publicó un comunicado sobre la conversación entre los líderes.
«El presidente Trump reafirmó que Grecia y Turquía deben comprometerse con el diálogo, que es el único camino para resolver sus diferencias», señaló en un tuit Judd Deere, subsecretario de prensa de la Casa Blanca.
Aunque el martes el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, viajó a Grecia y Turquía para intentar calmar las tensiones entre ambos vecinos, aliado en la OTAN, sus esfuerzos no parecen haber apaciguado ni a Erdogan ni a Mitsotakis.
Hoy se espera que el Parlamento griego vote la ratificación del acuerdo firmado con Egipto para demarcar las llamadas «Zonas Económicas Exclusivas» (ZEE), incompatibles con las reclamaciones de Turquía, que firmó un tratado similar con Libia en noviembre pasado.
Por su parte, el buque sísmico turco Oruç Reis explora desde hace dos semanas un vasto área marítima entre Creta y Chipre, una zona reivindicada por Ankara y Atenas.
La Unión Europea (UE) respalda las aspiraciones griegas respecto a la delineación de la ZEE, pero pide rebajar tensiones, si bien algunos miembros, como Francia, proponen un rumbo más duro.
Turquía, por su parte, asegura a los gobiernos de la UE son «rehenes» de la argumentación griega en esta disputa.