Enrique Campos, el tanguero punk que aspira al Grammy con su primer trabajo
EFE
Enrique Campos, nacido en Buenos Aires, aspira a ganar el próximo jueves el Grammy Latino a mejor álbum de tango con su primer trabajo, «Roto», que mezcla el popular arte rioplatense con estilos como la cumbia y el punk y con el que busca romper la imagen de «machito» del tanguero tradicional.
En una entrevista con Efe, Campos afirmó que este disco, compuesto por clásicos del tango y temas propios, supuso para él cerrar una etapa marcada por la separación de su banda La 154, con la que tocó desde 2011 a 2017, y una ruptura sentimental.
Actualmente, trabaja en su segundo álbum, que empezará a grabar la semana que viene y publicará su séptimo libro de poesía en los próximos días.
Pregunta: ¿Por qué titulaste el disco «Roto»?
Respuesta: Me gustó la idea de que esto era el final de una época con mi banda y con mucho de lo que estaba haciendo y el principio de una etapa nueva, más profesional.
También al mismo tiempo estaba unido a un momento personalmente dolido por un tema personal, porque había roto con mi expareja.
Entonces es como que en todo había una sensación de rotura de alma, como que estaban los pedazos tirados en el piso. Lo cual no es malo, no lo miro con una mala connotación.
Solamente digo que es un momento en el cual agarras esos pedazos y los armas de vuelta en algo que es distinto a lo anterior. Yo no quería armar lo mismo, ni hacer lo mismo.
P: Tu aproximación al tango es muy diferente de la tradicional, ¿por qué?
R: A algunos nos gusta el tango porque tiene unas letras muy ricas, muy profundas, porque es un género urbano, un género que sale del bajo fondo, de las entrañas, de los barrios.
Nosotros queremos representarlo, aunque hay puristas por ahí que siguen la cosa más tradicional y no les gusta esta cosa que hacemos.
P: Has dejado de tocar canciones antiguas porque dices que no te identificas con el modelo de hombre que aparece.
R: Hemos dejado de tocar algunas canciones que podían tener una letra que fuera más violenta. Hay muchas canciones así del tango y que me imagino que en otros ritmos pasará. Pero sí, es un ritmo que está muy asociado al hombre heterosexual «machito», por decirlo de alguna manera.
Nosotros nos llevamos medio por delante eso, no por rebelarnos porque sí, sino porque lo vivimos desde la banda misma. No estamos tratando de romper el tango ni una cosa similar, le estamos añadiendo colores y a mí esa variedad y esos colores se me aparecen desde la homosexualidad, mis vivencias, una «emocionalidad» distinta…
P: ¿El escenario se convierte en una especie de escaparate para mostrar ciertos modelos de masculinidad que se han olvidado en el tango tradicional?R: El estereotipo que presentaba el tango es el de masculinidad, que hoy está temporalmente olvidándose y aparecen las oportunidades de mostrarlo distinto. Y quizá la misma canción, que tiene un sentido, que se cantaba de una manera distinta en los años 30, 40, 50, ahora se canta desde otro lugar.
P: ¿Cuáles son tus referencias musicales?
R: En Argentina había un inmenso cantante que se llamaba Sandro, que era como el perfecto combo entre una mezcla de Michael Jackson y James Brown y cogía un poco de Manzanero porque cantaba boleros.
P: También tienes una carrera literaria…
R: Yo escribo poesía desde muy pequeño y mucho antes de ser cantante. Está saliendo mi séptimo libro con una editorial argentina de poesía y no es pequeña pero es independiente, digamos, y me gusta eso. Se llama Mansalva.
Antes escribía más compulsivamente porque cantaba por un lado y escribía por el otro. Ahora escribo música al mismo tiempo. Entonces la escritura de poesía me bajó un poco, pero quiero seguirla.
P: Has dicho antes que está bien estar en una editorial independiente, ¿lo aplicarías a la música?R: Sí, totalmente. Personalmente me siento muy cómodo con la independencia. Yo no me veo bueno haciendo esas cosas y mucho menos que se me metan en un «show» en vivo.
Un «show» en vivo para mí es como una misa religiosa; es como que me digan ‘hacés este tema, cerrar con este, abrí con este’. Yo ahí no podría.
No es tanto una situación que me niegue en mi vida porque es una cosa que yo no puedo manejar. Cuando uno está al principio de la carrera tiene más posibilidades de que se lo lleven puesto que cuando uno es grande. Si uno tiene que trabajar con una grande, me gustaría que me agarre con un poco más de poder. EFE