Encuesta: El gran reto del actor político de cara al 21N es recobrar la confianza
800 Noticias | @CrisbelVarela
“No se trata de llegar a una alcaldía para tapar huecos y pintar aceras, ¡no! Se trata de convertir estas elecciones regionales en un hito político para movilizar el descontento, reconstruir capacidades organizativas y reiniciar, desde estas instancias, la lucha por el cambio político”, considera Enderson Sequera, director estratégico de la consultora Politiks, en medio de un contexto donde todavía no hay diálogo ni negociación como parte de los compromisos entre la oposición y el chavismo.
Grupos de ciudadanos que no se sienten identificados con las tendencias políticas en la mesa es una parte del panorama electoral que se vislumbra en Venezuela rumbo a las elecciones del 21 de noviembre.
Según un reciente estudio de la encuestadora Delphos para el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (Cepyg) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) un 38,8% de los encuestados no se siente identificado con las fuerzas políticas, 14.4% dice que no irá a votar y 32.3% no sabe por quién.
Para el Estudio de Coyuntura Nacional Julio 2021 la encuestadora entrevistó a 1.200 personas mayores de edad. De esta muestra, 25,3% se autoidentificó con el chavismo, 35,9% con la oposición y 38,8% con ninguna tendencia política.
“En los últimos años, el sector que más ha crecido en Venezuela no ha sido el chavismo o la oposición: han sido los independientes”, mencionó Sequera en una entrevista para 800Noticias.
“Este hecho cambia el juego y nos lleva a escenarios donde, por ejemplo, el chavismo acepte a regañadientes una candidatura de Rafael Lacava en Carabobo a la reelección, por miedo a que, si no le dan la candidatura, Lacava podría convertirse en el abanderado de los independientes en un futuro”, estimó Sequera.
“De cara a las regionales de noviembre, el voto independiente va a ser un factor. No porque se vaya a capitalizar en alcaldías o gobernaciones, sino porque va a restarle votos a la oposición y al chavismo en estados y municipios que van a estar reñidos”, estimó el politólogo.
Para Sequera el voto independiente podría contribuir a la atomización del voto en Venezuela, pero aclara que esto solo beneficiaría al chavismo. “En contextos donde el voto está muy atomizado, gana quien tiene más maquinaria. Y en Venezuela, la mayor maquinaria político-electoral, la tiene el PSUV. Años de control social no son en vano”.
“El resultado de las próximas regionales será una mezcla entre niveles de participación, maquinaria política y electoral de los partidos, y voluntad del régimen chavista en el poder. Allá donde no haya organización, no dudarán en hacer fraude. Y aún si la oposición ganase una gobernación limpiamente, si el chavismo la considera estratégica para sus planes, se las van a robar, como sucedió en 2017 con Andrés Velázquez en el estado Bolívar”, agregó.
Piero Trepiccione, politólogo, dice que existe un desapego partidista en el país.
«La población no se siente identificada, digamos, con la narrativa, con los discursos del liderazgo político venezolano. Pero esto no está asociado al deseo de participar, el deseo de participar supera el 50% y el deseo que quizás ir a votar está alrededor del 20%. Entre ambos elementos tendríamos un 70% aproximadamente de posibilidades de ir a votar. En este momento no hay una identificación con el liderazgo partidista, su estrategia, su discurso, porque la gente visualiza algunas incoherencias y sobre todo mucha dispersión, mucha división y eso naturalmente ha afectado ese apego emocional que debería existir entre la población generalizada y el liderazgo político», afirmó.
Desconfianza
Las promesas por cumplir de los distintos sectores políticos no beneficia a ningún bando y mientras el venezolano se enfoca en sobrevivir con un salario que está lejos de la canasta básica alimentaria y sufre las consecuencias de la crisis humanitaria, surge desconfianza en los actores que se empeñan en representarlos.
“La actual desconfianza que tiene el ciudadano para con el liderazgo político se debe a las promesas incumplidas. Un liderazgo que prometió cambio y no cumplió, por las razones de represión, persecución y hostigamiento que todos conocemos. Pero, lo que interesa al ciudadano es que no cumplió y esto se refleja en las encuestas”, señaló Sequera.
“Los ciudadanos que dicen que no van a votar están ejerciendo su derecho a la participación política. No votar también es una forma de participar. Cuando el ciudadano siente que no hay condiciones, cuando los partidos están inhabilitados, cuando no hay candidatos, cuando siente que hay ventajismo del Estado, cuando sienten que hay represión y persecución, el ciudadano se queda en casa. Esto es un mensaje claro. Esto es también una forma válida de participación política”, explicó el politólogo.
Trepiccione dice que no existen condiciones de competitividad electoral para todos los actores, aunque destaca que para estos comicios se han dado pasos importantes.
«Este año al menos han habido señales de un rencuentro electoral en Venezuela, donde se reconozcan todas las partes en disputa. Evidentemente en lo que queda de tiempo de aquí al 21 de noviembre hay un proceso de negociación abierto con acompañamiento de la comunidad internacional, de la Unión Europea, EEUU y Canadá, que justamente está tratando de mejorar ese ambiente de competitividad electoral (…) En todo caso representan mejores condiciones de las que en el pasado reciente tuvimos en Venezuela. Esto es una posibilidad de que muchísimos más factores políticos se reconozcan en ese proceso comicial», añadió.
Expectativas de cambio
El director estratégico, Sequera, piensa que el gran movilizador en Venezuela es la expectativa de cambio. «No es un partido, un candidato o una propuesta”.
“Si la oposición asume esta elección con un ánimo de resistencia cívica, de coraje ciudadano y le presenta un desafío al régimen de Maduro, allí podría tener una oportunidad para empezar a reconstruir la confianza perdida. Se trata de transmitirle al ciudadano que esta elección es el comienzo de un proceso que va a desembocar en el cambio político”, explicó.
La encuestadora Delphos muestra cifras que revelan que la disposición a participar en los comicios regionales aumenta a 60% si todos los actores políticos llaman a votar; por el contrario, si el líder opositor, Juan Guaidó y Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo piden no hacerlo, la intención de participación cae a 44%.
Según la encuesta 84,1% considera «muy necesario o necesario» un cambio de gobierno y 36,9% piensa que elecciones justas/votar constituyen el mecanismo para lograr ese objetivo.
Sin condiciones para elecciones
La oposición liderada por Guaidó considera que no hay condiciones para llamar a elecciones, pero el chavismo ya va encaminado al 21 de noviembre con su acostumbrado discurso sobre Venezuela y la democracia.
Los expertos concuerdan en que no hay condiciones para ir a elecciones en el país, pero las campañas para los comicios ya rondan en las calles en medio de la crisis económica, política y social.
“No están dadas las condiciones para ir a un proceso electoral democrático. Las elecciones que tenemos de cara al próximo mes de noviembre no son libres ni democráticas”, aseveró Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de gobierno de la UCAB.
“En todo evento, aunque ésta sea una elección sin condiciones, hay espacios que se pueden pelear y ganar. Por ejemplo, en aquellos lugares donde la oposición tiene una alcaldía o una gobernación, se puede ganar”, dijo Alarcón a quienes se sienten desmotivados para ir a votar.
“Votar o no votar, va a depender en buena medida de que tengamos candidatos con legitimidad por los cuales votar”, sentenció el director del centro de estudios.
El politólogo Sequera comparte que no hay condiciones para elecciones, porque considera que hay elementos de vital importancia en los que aún no se avanza, como la inhabilitación a los candidatos y tarjetas de los partidos, “el control del ventajismo” del Estado en la campaña y la observación internacional, “sobre las cuales no se ha avanzado”.
“Sin elecciones limpias, Venezuela no podrá resolver sus problemas. Lo que seguirá luego del 21 de noviembre es mayor condena y aislamiento del país, de un país que necesita acceso urgente a financiamiento internacional para resolver las múltiples crisis que lo aquejan”, alertó Sequera.
El analista político, Trepiccione, cree que en política la mejor forma de resolver los problemas es con la participación y la organización.
«Un evento electoral de esta naturaleza el 21 de noviembre pudiera convertirse en un pívot en la lucha por mejores condiciones, por rearticular las fuerzas sociales del país y por presionar por alguna salida de cara a un proceso de cambio. Es decir, es una oportunidad que no se puede desaprovechar, pero tiene que ir acompañada de una estrategia, un plan, un cronograma, una narrativa transparente y clara que le diga al país cuál es el rumbo», dijo.