Encuentra preservativo en una botella y se hace millonario - 800Noticias
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800 Noticias | Agencias

Muchos consumidores somos engañados, estafados o simplemente desilusionados. En ¡Proteste! Guía práctica y testimonial para que nos dejen de tomar por tontos, recopilan varios casos reales, para que aprendamos en qué momento y cómo reclamar. En esta primera entrega, la sorpresa que Luis encontró en la botella de una conocida gaseosa y cómo se volvió millonario de un día para el otro.

La tarde del 24 de octubre de 2008 en Córdoba Capital (Argentina). Luis María Tejeiro paró en un kiosco y se compró una gaseosa. Eso fue todo. Ni siquiera la probó. Sin embargo, de un hecho tan trivial, común y corriente, se gestó un juicio millonario.

Jueces, abogados, peritos, ingenieros industriales y un batallón de expertos legistas estudiaron y debatieron durante dos años y medio lo que pasó esa tarde entre Luis y una gaseosa de 1250 centímetros cúbicos en envase retornable.

Antes de abrir la gaseosa, Luis se frenó. Se dio cuenta de que dentro de la botella había algo extraño. En medio del oscuro líquido con burbujas, no era fácil saber de qué se trataba. Luis dejó reposar la botella, un rato, el objeto subió a la superficie y recién ahí lo pudo ver.

Luis no destapó y ganó. Justo al revés de lo que dice la tele. Esa botella hermética, con el precinto de seguridad de la tapita inalterado, fue la prueba fundamental sobre la cual se basó el juez para firmar el 23 de marzo del 2011 una sentencia que cayó como una bomba en el mundo de las grandes empresas de consumo masivo.

Según se puede leer en la demanda, lo que había adentro de la botella era “un sobre de color plateado de la marca de preservativos Prime con un logo que decía en la etiqueta Aloe Vera, Gel Íntimo, Contenido neto 1 gramo.” El sobre estaba abierto, tenía los bordes oxidados y -presumiblemente- había sido usado.

Aunque Luis reconoce que se trata de un “daño moral de escasa entidad”, no pierde el tiempo y pide una indemnización. La reparación -según el reclamo judicial- tiene como finalidad que las empresas sean más cuidadosas y cuiden al consumidor. Y que por afán de lucro no aflojen los controles de calidad.

Un llamado de atención a una empresa tan grande como la demandada tiene que apuntar a algo que la conmueva. Los abogados de Luis imaginaron que una impactante sanción podría servir y pidieron una indemnización de más de 2 millones de pesos (150 millones de pesos al cambio de hoy en Argentina, casi un millón de dólares americanos).

Con información de La Patilla

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