En Túnez se registran nuevos disturbios y enfrentamientos nocturnos con la Policía
EFE
Las protestas violentas que estallaron la semana pasada se repitieron el domingo por la noche en diversos lugares de Túnez, tras los dos días de calma que precedieron a la celebración durante la jornada del séptimo aniversario de la revolución que acabó con la dictadura de Zinedin el Abidín ben Ali.
Testigos explicaron a Efe que grupos de jóvenes prendieron neumáticos y contenedores en el distrito capitalino de Ettadhamen y lograron cerrar el acceso a la arteria principal frente a unidades antidisturbios.
Además, lanzaron piedras y otros objetos contra los agentes, que practicaron detenciones y utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los congregados.
Escenas similares se vivieron en la localidad del Kram, una zona también económicamente muy deprimida en la costa de Túnez capital, donde la Policía detuvo a una veintena de personas, al parecer por su supuesta participación en el incendio de una comisaría, informaron medios digitales.
Los disturbios estallaron al caer la noche y se produjeron escasas horas después de que miles de tunecinos salieran a las calles del país para rememorar la «Revolución del jazmín», que en 2011 dio inicio a las «Primaveras árabes».
Y poco después de que el presidente del país, Beji Caïd Essebsi, visitara el citado barrio de Ettadhamen, uno de los más empobrecidos de la capital, para tratar de apaciguar las protestas contra la austeridad que se suceden desde principios de año.
Las manifestaciones se tornaron violentas la noche del pasado martes después de que se conociera la muerte por acción de la Policía de un hombre de 55 años en la localidad de Tebourna, a unos 40 kilómetros al oeste de capital.
Desde entonces, más de 800 personas han sido detenidas por la Policía, muchas de ellas por actos vandálicos pero también miembros de la oposición, activistas sociales e incluso periodistas en una campaña de intimidación que ha sido denunciada por organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El origen de las protestas son los nuevos presupuestos generales del Estado, que condicionados por el préstamo millonario concedido en 2016 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluyen subidas de impuestos, despidos y recortes sociales, entre otros medidas punitivas.
El gobierno ha insistido en que no dará marcha atrás a pesar de las protestas, mientras que la oposición progresista y las nuevas plataformas de la sociedad civil, como Fesh-nastanneu? (¿A qué esperamos?), motor de las movilizaciones pacíficas, han advertido que no cejarán hasta que sean cancelados.
En un intento por atemperar los ánimos, el Gobierno anunció el sábado que elevará de forma proporcional el subsidio mensual que concede a las familias más desfavorecidas, actualmente en los 150 dinares (50 euros).
Los disturbios también se desataron anoche en otras zonas del país, especialmente en la localidad de Feriana, próxima a la frontera con Argelia, donde grupos de manifestantes cortaron la ruta principal.