En plena era de la covid, la ONU urge a no olvidar la lucha contra el sida
EFE
Con toda la atención y los esfuerzos internacionales centrados en la pandemia de la covid-19, la ONU urgió este martes a no dejar de lado la lucha contra el sida, una enfermedad que el año pasado dejó casi 700.000 muertos y que tiene a 12 millones de personas a la espera de un tratamiento que puede salvarles la vida.
Con motivo del Día Mundial del Sida, la organización llamó a la comunidad internacional a impulsar acciones y metas más ambiciosas, con la financiación apropiada, para volver a poner al mundo en una trayectoria que permita acabar con la epidemia para 2030.
Esa trayectoria ya se había perdido antes del estallido de la covid-19, pero la lucha contra el sida ha sufrido un importante retroceso con la pandemia, según explicó a los periodistas Ninan Varughese, director de la oficina de ONUSIDA en Nueva York.
“Modelos sobre el impacto a largo plazo de la pandemia en la respuesta al VIH muestran que podría haber de 123.000 a 293.000 nuevas infecciones de VIH y de 69.000 y 148.000 muertes adicionales en el mundo entre 2020 y 2022”, señaló Varughese.
ONUSIDA, que publicó la pasada semana un informe con estas estimaciones, señala que el impacto del coronavirus fue especialmente importante en los primeros meses de este año, cuando cayeron el número de diagnósticos por la interrupción de muchos servicios de atención médica.
MILLONES PENDIENTES DE TRATAMIENTO
El impacto también se ha hecho notar en el número de personas con VIH que están siendo tratadas, especialmente en los países con mayor volumen de casos.
“Por la covid hemos tenido un crecimiento más lento del número de personas que deberían estar en tratamiento”, explicó Varughese, apuntando que en la primera mitad del año la cifra de infectados en tratamiento antirretroviral creció un 2,4 %, muy por debajo del 4,8 % que había aumentado en el mismo periodo del año anterior.
A nivel global, la ONU calcula que hay unos 38 millones de personas que viven con el virus, de los que 26 millones reciben tratamientos, mientras que 12 millones no tienen acceso a ellos.
En 2019, se estima que unas 690.000 personas en todo el mundo murieron por problemas vinculados al sida, mientras que se registraron 1,7 millones de nuevas infecciones de VIH.
MÁS SOLIDARIDAD
Bajo el lema «Solidaridad global, responsabilidad compartida», Naciones Unidas urgió este martes a reforzar en todo el mundo la lucha contra el sida y recalcó que para terminar con la enfermedad es necesario acabar también con las desigualdades.
«La covid-19 nos ha demostrado que, en tiempos de pandemia, nadie está a salvo hasta que todos estamos a salvo. Dejar a alguien atrás no es una opción cuando lo que queremos es alcanzar el éxito», señaló en su mensaje oficial el secretario general de la ONU, António Guterres
Según Guterres, entre las claves para acabar con el sida están eliminar el estigma y la discriminación, poner a las personas en el centro, basar las respuestas en los derechos humanos y adoptar enfoques con perspectiva de género.
SINERGIAS EN LA RESPUESTA AL VIH Y A LA COVID
«La respuesta de las comunidades a la covid-19 ha mostrado lo que se puede hacer si trabajamos juntos», subrayó Varughese, que además mostró su esperanza en que el trabajo para buscar una vacuna contra el coronavirus pueda dar un empujón para desarrollar una inmunización para el VIH.
«Hemos estado hablando de una vacuna para el VIH durante mucho tiempo, pero espero que esta nueva energía que se ha puesto para encontrar una vacuna para la covid acelere algunos de estos progresos y que quizá haya nuevas lecciones que puedan aplicarse», apuntó.
Al mismo tiempo, ONUSIDA destaca que las estructuras creadas durante las últimas décadas para responder a la epidemia del sida han servido de mucho ahora para gestionar la pandemia del coronavirus.
Así, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que en el África Subsahariana se han utilizado en gran medida los laboratorios, infraestructuras y personal pensado para el HIV y la tuberculosis para hacer pruebas de la covid-19. EFE