EN FOTOS | Así está Masaya tras ser recuperada con violencia por las Fuerzas de Daniel Ortega
El Comercio-EFE
Nicaragua está en una tensa calma tras la violenta toma de la ciudad de Masaya por parte del Gobierno de Daniel Ortega, cuyas «fuerzas combinadas» buscan a los manifestantes que huyeron de la arremetida oficialista, en el marco de la crisis que comenzó en abril y deja ya más de 350 muertos.
Los ciudadanos «autoconvocados», que piden la salida del poder del presidente Daniel Ortega, denuncian que las «fuerzas combinadas», fuertemente armadas e integradas por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, recorren las calles de las principales ciudades del país.
Manifestantes «autoconvocados» de los llamados «pueblos blancos» denunciaron que las fuerzas oficialistas realizan una búsqueda casa por casa, sin orden judicial, de los jóvenes que huyeron el martes deMasaya, que se había declarado «territorio libre del dictador» en junio pasado.
Asimismo, integrantes del Movimiento 19 de Abril Masayadenunciaron que cientos de jóvenes desaparecieron durante el ataque gubernamental del martes y desconocen si están presos o muertos.
Las acciones del martes en la ciudad de Masaya dejaron al menos tres muertos: un policía, un menor de 15 años y una mujer que estaba en la acera de su casa, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
La tensión este miércoles aumenta porque el Gobierno anunció que celebrará en las calles durante toda la semana el aniversario 39 del derrocamiento del dictador Anastasio Somoza Debayle, conmemorado oficialmente el 19 de julio.
Algunos colegios privados suspendieron desde este miércoles hasta el próximo lunes sus clases a la espera de que hayan mínimas garantías de seguridad, mientras las escuelas públicas mantienen su curso lectivo.
Los «autoconvocados» han llamado a participar este miércoles en un plantón en Managua en protesta por el arresto y procesamiento judicial de dos líderes campesino, uno de ellos Medardo Mairena, representante de la Alianza Civil en el diálogo nacional con el Gobierno, instalado a mediados de mayo para buscar una solución pacífica a la crisis pero que está paralizado.
En esa mesa la Alianza Cívica, que integran estudiantes, empresarios, campesinos, académicos, entre otros, planteó el adelanto de las elecciones, lo que el Gobierno no aceptó y consideró un intento de «golpe de Estado».