En el Mercado de los Corotos esperan soluciones tras incendio
800 Noticias | Agencias
Esperan sentados en la calle, con la mercancía expuesta en el suelo. Eso es lo que hacen ahora los comerciantes afectados por el incendio que consumió el Mercado de los Corotos de Quinta Crespo, al final de la avenida Baralt, en el centro de Caracas, el pasado 31 de julio.
Al menos 310 puestos resultaron perjudicados por el fuego. Debido a ello, desde hace dos semanas hombres y mujeres han resuelto sentarse en las afueras del edificio, todavía ennegrecido, para poder vender los pocos productos que aún les quedan. Algunos lo perdieron todo y comenzaron de nuevo con ahorros y bienes que tenían guardados en casa.
Otros, los que trabajaban en la planta baja del mercado, lograron salvar varios objetos que ahora comercializan en la acera a mitad de precio. Para el 31 de agosto, 15 personas acomodan puestos improvisados con sábanas y cartones, bajo el sol o la lluvia, donde ofrecen herramientas, comida, electrónicos, juguetes y hasta ropa. Aseguran que se mantendrán así mientras aguardan por respuestas y soluciones de la alcaldía del municipio Libertador.
«No nos han dicho nada todavía. No sabemos si está habitable, porque los bomberos no han mostrado informes. En la alcaldía nos dijeron que nos tenemos que aguantar un tiempo porque el Psuv está en elecciones y están ocupados», indicó una de las comerciantes, que prefirió mantener su identidad a resguardo.
El 31 de julio, la alcaldesa del municipio Libertador, Carmen Meléndez, miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), aseguró en declaraciones a los medios que las acciones a tomar en el Mercado de los Corotos dependerán en parte de las investigaciones realizadas por el Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital. En caso de que el lugar sea todavía habitable, se realizaran los respectivos trabajos de rehabilitación.
Sin embargo, una segunda alternativa es reubicar a los comerciantes, quienes rechazan esta opción. Un total de 268 vendedores resultaron afectados de forma directa por el siniestro.
«Nosotros queremos luchar por el edificio. Hay personas que llevan mínimo 20 años aquí. Para uno que está joven, es fácil levantarse. Pero aquí hay mucha gente mayor que lo perdió casi todo y es difícil empezar en otro sitio. Nosotros queremos, en la medida de lo posible, regresar al edificio», dijo Rosa Quintero, una vendedora del lugar.
Con información de EC