En declive actividad del volcán La Soufriere en San Vicente y las Granadinas
800 Noticias | EFE
Los científicos que controlan la evolución de la actividad del volcán La Soufriere, en el territorio caribeño de San Vicente y las Granadinas, señalaron que la última explosión se remonta al 22 de abril, lo que confirma una clara tendencia de declive.
El vulcanólogo Adam Stinton dijo este miércoles que la semana pasada se tomaron fotografías del cráter y que se certificó que no hay un nuevo domo -montículo circular que se origina en una erupción- de lava ni evidencia de su posible formación.
Stinton indicó que tras las transformaciones provocadas en los últimos meses por la fuerte actividad el nuevo cráter parece tener unos 200 metros de profundidad y 800 de diámetro.
«Como dije, es un cráter bastante grande y claramente está excavado debajo de la superficie, debajo del nivel del piso del antiguo cráter de la cumbre y todavía es posible ver los restos del domo de lava de 1979 en el norte secciones este y este del nuevo cráter», precisó.
«Como mencioné, no hay un nuevo domo de lava dentro de este nuevo cráter», sostuvo.
El ingeniero del Centro de Investigación Sísmica (SRC) de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) Lloyd Lynch dijo por su parte que debido a las malas condiciones climática esperadas en los próximos días habrá que tomar precauciones, por lo que puede suponer en riesgo de corrimiento de tierras.
Después de una erupción efusiva que comenzó a fines de diciembre pasado, La Soufriere estalló de nuevo el 9 de abril y tuvo casi 30 eventos más moderados desde entonces.
«Creemos que el sistema se va a volver a calmar, pero en esto, siempre hay que tener cuidado porque, como decimos en el informe, el riesgo es bajo pero no imposible», matizó Lynch.
Sin embargo, si hubiera otra explosión en el volcán, el equipo de científicos no espera que sea significativa.
«No esperamos una gran erupción que afecte las áreas muy pobladas como lo que antes era la zona roja -de seguridad-. Si hay una erupción más pequeña es probable que envíe material pequeño», dijo Lynch.
«Solo en las comunidades que se construyeron muy cerca de los valles de drenaje donde se obtiene algún tipo de actividad de flujo piroclástico habrá riesgo», aclaró.
Inmediatamente después de la erupción se estima que unas 22.000 personas fueron desplazadas y hasta esta semana más de 2.000 seguían en 50 refugios de emergencia en todo el pequeño territorio caribeño.
El Gobierno estima que las erupciones provocaron daños en más de 5.000 edificios que superan los 13 millones de dólares y que al menos 65 millones son las pérdidas en el sector agrícola, aunque algunas estimaciones llegan a 150 millones.