Empresas españolas revisan impacto de la devaluación de la moneda en Venezuela
El País
Las empresas españolas que operan en Venezuela han visto volatilizarse en los últimos años miles de millones de euros en ingresos de sus filiales venezolanas como consecuencia de la hiperinflación y de la constante depreciación del bolívar. El reconocimiento oficial por parte del Gobierno de Nicolás Maduro de una nueva devaluación del 96% que acompaña a la creación del bolívar soberano no tendrá por ello un gran efecto sobre las cuentas de empresas como Telefónica, Mapfre, BBVA o Repsol, con una importante presencia en el país.
El hundimiento del bolívar ha sido continuo en la última década y ha dejado una factura de miles de millones a las empresas españolas. En enero de 2010 el Gobierno de Hugo Chávez devaluó el bolívar un 50%. Desde entonces, el cambio de la moneda venezolana ha pasado de 2,15 a 6.000.000 millones de bolívares por cada dólar. La moneda ha perdido el 99,9999% de su valor en solo siete años en un contexto de hiperinflación y empobrecimiento generalizado del país. Aunque la nueva devaluación es del 96%, la pérdida de valor previa ya era de más del 99%. Las empresas ya habían adelantado parte de la nueva devaluación y, además, el peso en euros de sus negocios en el país se había reducido drásticamente.
Telefónica es la compañía española que más había perdido con las sucesivas devaluaciones. En 2015, la empresa ya reconocía una factura de más de 7.500 millones de euros en sus cuentas por las sucesivas devaluaciones, que siguió creciendo con el hundimiento del bolívar. Ahora, sin embargo, el impacto será muy escaso. Telefónica ya aplicaba en el primer semestre de este año un tipo de cambio de 2.369.815 bolívares fuertes por cada dólar, muy inferior al oficial. Con ello, sus ventas en el país se habían reducido a solo 13 millones de euros, tan solo el 0,05% de la cifra de negocios del grupo. En 2013 la compañía facturó en el país 3.537 millones de euros, más del 6% de los ingresos del grupo. La compañía llegó a acumular unos 3.000 millones de euros en caja en bolívares que el Gobierno venezolano impidió repatriar vía dividendos. Ahora, la compañía valoraba sus activos no corrientes en Venezuela en 261 millones de euros, que con la devaluación se verán reducidos a algo menos de la mitad. En todo caso, la filial ya aportaba pérdidas al grupo, con lo que la devaluación apenas tendrá impacto en los resultados.
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