EMPRENDIMIENTO| Si tienes una idea, también tienes un camino hacia el éxito
El País de España
La cristalera de la oficina de CoverWallet en pleno SoHo neoyorquino mira directa al sueño americano. La sala de reuniones de la empresa da a Wall Street. Y desde la mesa de su fundador, Iñaki Berenguer, en el piso 18, la vista se extiende al Empire State, el icónico rascacielos, símbolo de todo lo que se puede lograr de Estados Unidos.
“Sí, todos creen que pueden conseguirlo”, apunta. “Aquí da igual si empiezas desde el escalón más bajo o cuál es tu país de origen, tu religión, tu raza o la clase social en la que naciste. Lo que te inculcan de pequeño es que si quieres, puedes llegar a lo más alto”.
El empresario alicantino, criado en una familia muy humilde, reconoce que eso es una motivación enorme para enfrentarte a cualquier reto. Se podría decir que Berenguer cumplió el sueño americano dos veces. Y con solo 40 años, va a por el tercero. Es el creador de las aplicaciones Pixable y Contactive, concebidas, levantadas y vendidas en tiempo récord. La primera permite organizar las miles de fotos que se suben a las redes sociales. La segunda, conocida como Klink entre los profesionales, recurre a las bases de datos para identificar los números de teléfono al recibir una llamada.
Este emprendedor en serie se instaló en Nueva York hace seis años tras recibir master y doctorado por el MIT y la Universidad de Cambridge respectivamente. Siempre becado. Ese año corrió la maratón en la ciudad de los rascacielos con miedo a lesionarse por la factura que podría llegarle del hospital. No tenía seguro médico. “Lo dediqué todo a Pixable”, recuerda. Logró financiación, la empresa creció y la vendió a los dos años a SingTel. La historia volvió a repetirse con Contactive, que fue adquirida por Thinkingphones.
CoverWallet es el tercer proyecto que ha puesto en marcha. Se trata de un buscador de seguros que utiliza el big data para que las pequeñas empresas puedan dar con una póliza que se ajuste a su perfil. La fundó hace un año. Entre sus inversores están Two Sigma, Index Ventures y Union Square Ventures, tres fondos de inversión muy selectivos, conocidos por haber apostado por empresas como Twitter, Dropbox, Slack o Zynga.
Pero antes de estrecharles la mano hay que entender qué tipo de socio se quiere tener realmente y los recursos. Hay firmas, como Scout Ventures, que se limitan a cubrir las necesidades de liquidez que las empresas emergentes tienen para operar mientras recaudan dinero. Antes de llegar a hedge funds como los anteriores están los angel investors. Se trata de inversores informales, interesados en tecnología, que aportan capital en una fase inicial a cambio de una participación, en cantidades entre los 25.000 a 100.000 dólares. Saben que solo una de cada diez empresas llega a tener éxito, por eso buscan pasión, compromiso e integridad de los fundadores.
De la necesidad al plan
Berenguer tardó poco más de tres años en vender Pixable por 25 millones de euros. En 2008 creó esta app que seleccionaba y ordenadaba fotos, vídeos o gifs en función de los intereses del usuario y de sus principales referentes en las redes sociales. La idea nacía de los problemas que el propio fundador tenía para almacenar, compartir y ver su material. En el camino recibieron más de seis millones de euros de inversores.
Cuando Pixable fue adquirida por el gigante asiático de las telecomunicaciones SingTel en 2012 tenía más de cuatro millones de usuarios y recibía 1,6 millones de visitas cada día. Un éxito incuestionable, pero que no generaba ingresos. Era tiempo de vender. En tres años, el precio de venta triplicó a lo invertido. Berenguer dijo entonces que solo estaba en el lugar y el momento adecuados.
Berenguer admite que es una persona caótica para llevar los equipos. “Lo que me gusta es pensar en el producto, ver las necesidades, qué funcionalidades se pueden ofrecer y cómo se pueden simplificar”, explica. CoverWallet, como Pixable y Contactive, nació de una frustración personal. Un incendió destruyó el negocio de colmenas de su padre. Al no tener seguro, tuvo que cargar con las pérdidas. “Es tan fácil como ponerse en la piel del dueño de un restaurante que va siempre desbordado y que no tiene tiempo para el papeleo”, explica. Una vez identificada la necesidad, de lo que se trata es de desarrollar la tecnología que permite realizar en un par de segundos la operación que tienes en mente.
Con la idea bien articulada y la tecnología afinada, hay que explicar en particular la oportunidad de mercado que se quiere atacar, el potencial de crecimiento, cómo se van a captar usuarios y qué canales tiene para generar ingresos. El plan debe incluir un valor razonable de la empresa. De ello dependerá que se pueda seguir progresando a la hora de captar capital.