Embajadora de Guaidó, María Teresa Belandria, presentó cartas credenciales al gobierno de Brasil
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La abogada María Teresa Belandria, embajadora encargada por Juan Guaidó en Brasil, presentó oficialmente sus cartas credenciales al gobierno de Jail Bolsonaro.
Informó Belandria que el gobierno de Brasil se ha comprometido ca suministrar todo el apoyo necesario para el establecimiento de un centro de acopio y distribución en la frontera y hacer llegar los insumos a los venezolanos que los necesitan con extrema urgencia.
Belandria aterrizó este fin de semana en Brasilia, para asumir la responsabilidad que la Asamblea Nacional venezolana le otorgó por unanimidad como representante diplomática del Gobierno interino de Juan Guaidó.
Belandria habló con DW sobre su rol para la distribución de la ayuda humanitaria. La designada por Guaidó explicó que las fronteras entre Venezuela y Brasil son complejas. Es una topografía complicada, con un clima selvático húmedo, donde llueve mucho, lo que significa que la operación de llevar la ayuda humanitaria desde el lado brasileño es mucho más compleja que desde el lado colombiano.
Explicó que, para la introducción de la ayuda humanitaria, se ha hecho un plan conjunto con el Gobierno de Brasil y las agencias que están proporcionando los insumos, los medicamentos y las fórmulas infantiles. En esta primera etapa se ha dado prioridad a los medicamentos para las personas con problemas de corazón, cáncer, diabetes y para los enfermos renales. El centro de operaciones estará en la ciudad de Boavista y desde ahí se harán las movilizaciones por carretera hasta Pacaraima, desde donde la ayuda saldrá hacia la frontera venezolana.
Agregó que el centro de acopio en Boavista se encuentra a cuatro horas de distancia del primer poblado venezolano a donde sería llevada la ayuda. La única vía de movilización de esa ayuda es terrestre e insiste en que, desde Brasil, la única vía legal y legítima es por tierra. Aunque esa zona tiene una conexión fluvial muy grande por los ríos, no son pasos legales.
Ante la interrogante sobre si cree que los militares venezolanos bloquearían el acceso a la ayuda, responde que los militares venezolanos no son diferentes a la sociedad. Si algo caracterizó siempre al Ejército es que era una viva representación de los diferentes estratos de la sociedad venezolana, es decir nunca fue elitista, ni de clases ni de castas. Algunos vienen de los sectores más populares y por méritos llegaron a ser oficiales. Ellos están padeciendo el mismo drama de la población que no tiene medicamentos, ni medicinas y sí familiares enfermos a los que no pueden atender por falta de insumos.
Los militares tuvieron asistencia sanitaria privilegiada, han contado con hospitales militares como un beneficio asociado al desempeño de sus actividades, pero todo eso se acabó, y están sufriendo lo mismo que el resto.
Pero hay que hacer una distinción entre dos niveles. Por un lado, el alto mando militar, que está altamente comprometido con Maduro. Son los que están a cargo de los negocios asociados a la importación de alimentos y medicinas e incluso la explotación de los recursos naturales del país.
Por otro lado, está el resto de los militares, que está pasando las mismas penurias que el resto de los venezolanos. Los militares podrían reconocer al presidente Guaidó y con ello ponerse del lado de los ciudadanos. Toda la mala imagen que han acumulado en los últimos años asociada a represión y corrupción podrían mejorarla. Quienes se opongan a la entrada de la ayuda humanitaria están violando derechos fundamentales, el derecho a la vida, a la salud y a la alimentación. La violación de derechos humanos es un delito imprescriptible, de acuerdo con la propia Constitución venezolana.
Fuente: DW
