El viento reactiva los incendios en Biobío, epicentro de la tragedia en Chile - 800Noticias
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EFE

Cinco días después de que las llamas asomaran a las ventanas de Tomé, esta pequeña comuna situada a unos 5.600 kilómetros al sur de Santiago de Chile, se ha convertido en el nuevo epicentro de los incendios que azotan el centro de Chile, con grandes focos reactivados a causa del viento.

Llamas que volvieron a crecer esta madrugada y que han obligado al servicio de emergencias a emitir una nueva alarma y a pedir a los vecinos que aún quedaban en diferentes aldeas a buscar acomodo hacia los refugios.

«Fuimos hacia el bosque a mirar, a ver si podíamos ayudar en algo y cuando entré en el bosque vi el fuego que se disparó. Me vine hacia la casa y alcancé a llegar como cinco minutos antes, injertar unas mangueras para mojar la casa y que no llegara el fuego·, explicó a EFE con impotencia uno de los vecinos, dueño de una viña.

«Entró a la bodega como quien entró en su casa. Y cuando ya vi, se había metió por el caballete del segundo piso y no tuve nada más que hacer y ahí como que me desvanecí. Entré a una pieza y ya se me hicieron las piernas porque de ver que ya y nos salvamos nada, tuve que tirarme, no pude salir por el portón, tuve que saltar por encima de la reja y ahí, aquí enredado de una camisa, camisa», agregó.

Una estampa del horror que se repetía casa tras casa en esta pequeña comuna, próxima a las localidades de Santa Juana y Purén, las más azotas por la tragedia.

En el pasado «ha habido incendios de esta intensidad, pero fueron más cortos, máximo un día. Pero ahora ya casi el quinto día. Creo que no, no ha habido nunca ningún avance, mejora, por decirlo así, de bastante bajo. Así que si esto se complica y no hago algo muy fuerte, va (a llegar) a toda la gente del pueblo», explica a EFE Valentín Aravena, uno de los voluntarios contra el fuego.

«Cerca de 1.200 familias sin hogar»

Según datos oficiales, la ola de incendios forestales que devasta cuatro regiones del centro de Chile desde el pasado viernes ha destruido cerca de 1.200 casa, en su gran mayoría en la región de Biobío, donde se encuentra Tomé, y ha causado 24 muertes, más de un millar de heridos y más de 5.500 damnificados.

En la actualidad siguen activos 311 incendios, 84 de los cuales permanecen incontrolados, en su gran mayoría en el entorno de la localidad de Santa Juana, epicentro de la tragedia, y que hoy recibió la visita del presidente de la República, Gabriel Boric, quien insistió en se perseguirá con dureza a los presuntos responsables.

En su cuarta visita a la región de Biobío, la más afectada, Boric instó a la solidaridad, advirtió que se castigará a la personas que no permitan el uso de piscinas y pozos a los servicios de emergencia, pidió más apoyo para los que luchan contra el fuego y se abrió a decretar el estado de emergencia en las zonas donde han comenzado a haber robos.

Ayudas y reconstrucción

Al tiempo que se trata de combatir los incendios, el Gobierno ya ha puesto en marcha programas de ayuda a la industria agrícola y ganadera, y contribuciones a las familias que han perdido sus casas y sus pequeñas explotaciones en esta región, convertida en el granero de Chile y una de las más pobres del país.

Las mayores industrias son las madereras y los largos latifundios, a los que expertos señalan como responsables subsidarios de los incendios, debido a sus políticas de explotación masiva y en el caso de las primeras, por la mala gestión de los bosques y las explotaciones, y la reforestación con especies «amantes del fuego» como el eucalipto y el pino.

«Desde este martes ya se está distribuyendo en Santa Juana ayuda a la ganadería pequeña, también productoras de la agricultura familiar campesina de gallina, forraje y alimento especial para los animales», explicó este miércoles el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.

«Segundo, se está desplazando el programa de riego de INDAP para ayudar a la reposición de sistemas de riego. Tercero, se está haciendo los catastro del daño que hacen estos delincuentes que provocan los incendios», agregó.

En este contexto, Valenzuela subrayó que el Gobierno estudia «cómo reponemos en los próximos meses capital de trabajo y apoyamos quienes perdieron su industria.

«Hay un programa de 2 mil millones de pesos para asistirlos, con fondos convergentes del Gobierno regional. Esperamos poder acompañarlos rápido en soluciones y en reconversión en algunos casos, en otros en recuperación de las viñas patrimoniales como ellos lo estimen con respeto a los productores», apostilló.

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